La
presidente en feria del Superior Tribunal, María
Luisa Lucas, dijo ayer que en la Justicia "nadie
obra caprichosamente", saliendo así al cruce de declaraciones
del vicegobernador de la provincia, Eduardo Moro, quien había
cuestionado la existencia de "un entrecruzamiento de decisiones
caprichosas" por parte de algunos juzgados.
Lucas,
en un amplio diálogo con NORTE, pidió a
los funcionarios del Ejecutivo que "bajen los decibeles";
dijo que las críticas por el libramiento de amparos no
le inquietan "porque los mismos que critican los amparos
los vienen a pedir a la Justicia cuando lo creen necesario";
opinó sobre los entredichos entre integrantes del Superior
Tribunal, y dijo que, como mínimo, espera seguir en la
Corte chaqueña hasta 2007, año en que le correspondería
asumir la presidencia del órgano.
Respeto que tambalea
-¿Cómo vive la renovación de críticas
a la Justicia por los amparos?
-En
realidad la Justicia siempre está cuestionada, porque
con lo que decidimos siempre beneficiamos a alguien y a alguien
no. Entonces, las quejas están a la orden del día.
En
cuanto al amparo, es un derecho que la gente tiene de buscar
el proceso que más le convenga, y los jueces tienen la
autonomía necesaria para conceder o rechazar según
lo que crean que por derecho corresponde.
Estos
cuestionamientos no me preocupan, porque los que critican los
amparos también vienen a buscar amparos a la Justicia
cuando creen que deben hacerlo.
-¿Cree
que algunos funcionarios son atrevidos al opinar tan contundentemente
sobre la tarea de algunos jueces?
-Yo creo que cuando las personas estamos cumpliendo nuestras
funciones, siempre debe haber respeto en ese ejercicio, porque
todos buscamos cumplirlas bien.
-¿Se
pierde a veces ese respeto?
-Y
sí, y sí. No hay necesidad de agresión.
Tenemos que convivir, y respetar las decisiones y opiniones
de otros, y el ejercicio de las funciones de otros, sin necesidad
de resignar el derecho a opinar y cuestionar.
-¿Le
parecieron poco felices las expresiones de hoy (por ayer)?
-(Piensa)
No leí el diario.
-El
vicegobernador a cargo del Ejecutivo dijo que a veces hay "entrecruzamiento
de decisiones caprichosas" en la Justicia, y el ministro
coordinador observó que para algunos jueces "todo
está mal" cuando analizan decisiones del Poder
Ejecutivo.
-
No creo que nadie obre por capricho, de ninguna manera. Sería
bueno que los que creen que los jueces actúan caprichosamente
o con criterios no acordes, nos reunamos en una buena charla.
Si bajamos los decibeles y respetamos las funciones, veremos
que todos navegamos en un mismo barco y remamos para el mismo
lado. Nadie quiere hundir el barco.
-¿Le gustó la ley que sacó la
Legislatura reglamentando el amparo?
-No
me haga decir nada, porque posiblemente tenga que intervenir
en estas cuestiones. Pero sí voy a decir que siempre tiendo
a defender al amparo, porque está consagrado en la Constitución.
En mi gestión concedí tantos amparos como rechacé.
Es un instituto muy útil, que debe ser bien resuelto,
y que permite resolver los problemas que la gente tiene hoy.
Los jueces tenemos que atender esas necesidades.
-¿Quedó conforme con el presupuesto judicial que
sacó la Legislatura para este año a instancias
del gobierno, y que es casi igual al del año pasado?
-No,
creo que fue un problema fiscal del gobierno que lo llevó a
hacer estas correcciones. Pero el gobierno se comprometió con
el Poder Judicial a mejorar la situación a medida que
las leyes se puedan ir dictando.
-¿Y
usted les cree?
-Nos conviene creer, porque tenemos abierta la puerta para conseguir
lo que queremos.
"No
hay intocables"
-¿Usted también diría que "en el Chaco
no hay impunidad"?
-(Piensa) ¿A qué llama
impunidad?
-Bueno,
algunos funcionarios de la Justicia lo dijeron así,
en ese sentido amplio.
-Es difícil... Todos estamos obligados a perseguir lo
que no se hace conforme a la ley, y castigar a los responsables.
Ahora, en el sentido de que se excepcione a alguien de la rigidez
de la ley por el hecho de decir "a éste favorezco",
creo que no hay funcionarios ni magistrados que realicen semejantes
tareas. Habrá casos que no se resuelvan, que no se condenen,
pero la ley está ahí, para ser cumplida.
-Y
cuando ve que ya van unos cuatro años del caso Pibernus
en etapa de instrucción, ¿sigue pensando lo
mismo?
-No creo
que haya intocables, porque son varios jueces los que actúan, y además están
las partes promoviendo y urgiendo las instancias. Eso es lo
que no comprendemos a veces:
que el proceso es el que permite demoras o lagunas, que nadie
quisiera tenerlas. Pero no creo que alguien lo haga a sabiendas.
-¿Tiene nietos pequeños?
--Sí, cuatro. Cecilia va a cumplir 8 años este
mes, Luciano tiene 5, Malena tiene 3 y Joaquín tiene 2.
-Cuando
Cecilia, que tiene 7, le pregunta "abuela, ¿hay
justicia en el Chaco?", ¿usted qué le
dice?
-Sí.
-O sea que le va a decir la verdad cuando sea grande.
-¡No, ya la preparo y la enseño! La justicia es
tratar de que salga satisfecha en la resolución de sus
conflictos. Una definición clásica de la justicia
dice que consiste en dar a cada uno lo suyo. Si supiéramos
qué es lo suyo de cada uno, ¿no? Entonces, justicia
en el sentido de que los jueces dicen el derecho conforme a lo
que estudiaron y lo que la ley interpreta, hay.
-¿Pone
las manos en el fuego por los jueces del Chaco?
-De ninguna
manera pongo las manos en el fuego por nadie, pero lo que sí digo es que los jueces chaqueños están
bien preparados, se siguen preparando y desarrollan sus funciones
con la honestidad más certera, y convencidos de que están
haciendo bien las cosas. Si no fuera así, están
los mecanismos legales, como el del juicio político.
La justicia
chaqueña es una de las mejor preparadas del
país. No hay necesidad de poner las manos en el fuego.
Entrevista Sergio Schneider
(Nota Extraída del Diario Norte)