JORNADAS
"HACER JUSTICIA
- Una visión de género”

Panel I: Dra. María Luisa Lucas

12, 13 y 14 de mayo de 2005
Salta - Argentina


“..... Sras. Juezas de Cortes Superiores Tribunales de Justicias de las Provincias Argentinas, Señores Jueces, Ministros de Cortes, público en general.

Cuando el año pasado la Dra. María Cristina Garros Martinez nos dijo: ¿que les parece si hacemos unas jornadas de: “Hacer Justicia – Una Visión de Género”, para mayo del 2005?, y éste atrevimiento de la doctora tuvo enseguida la complicidad de todas las mujeres de los Superiores Tribunales de Justicia, dijimos: “agendamos”, y la animamos. No le fue fácil, tuvo coraje, y compartimos con ella este encuentro que realmente, tengo que confesar, me sorprendió la adhesión de todas las autoridades de Salta. Estuvieron los tres poderes, es que fue convocante esta reunión. No solamente porque es “Hacer Justicia” desde una visión de género, sino porque nos permite a las mujeres reunirnos con los hombres aquí presentes, pero teniendo un poquito de prioridad en decir las cosas.

Es cierto que a la justicia la representan como mujer y con ojos vendados, que para mi gusto, yo le sacaría la venda para que se miren los ojos, y que cuando se tomen decisiones, estas miradas sean profundas que calen en las decisiones. Como nos tocó elegir un tema, yo preferí el de Capacitacion en las Escuelas Judiciales, porque en estos casi 22 años, en el Superior Tribunal de Justicia del Chaco, volqué mi gusto en hacer justicia desde la capacitación. Hay pasos firmes, tropezones y huellas; y bueno, así se hace el camino. Por eso cuando hablaba el gobernador hoy, de que incorporará otra mujer en el Superior Tribunal de Salta, recordé que a nosotros los chaqueños nos enorgullece decir, que en la Constitución de 1957 ya pusimos el Consejo de la Magistratura, primer Consejo en la República Argentina para selección de jueces; que nos gusta decir que nuestro Centro de Estudios Judiciales es el primero en la República, que ya tiene 27 años de vida; que nos gusta decir que tenemos el primer –tal vez-, Centro Público de Mediación conexo al Poder Judicial. Hoy, comprendí una cosa nueva para incorporar a ese orgullo chaqueño que quiero compartirla con ustedes. El Chaco tiene corta vida provincial, 52 años. En el año 1953 se creó el Superior Tribunal de Justicia, y fue su primer presidente una mujer, claro, somos cinco integrantes, pero siempre una sola mujer por vez, que -al decir de mi marido-, es para conservar el equilibrio, 4 a 1.Con una mujer en la integración de vez en cuando es suficiente…

Desde el Centro de Estudios Judiciales se abarca una perspectiva más enriquecedora para hacer justicia, nos permite en el intercambio de conocimientos, de experiencias, de propuestas y de ilusiones, descubrir que en realidad necesitamos tener un corazón que oye, lo que es esencial para quien tiene vocación de juez auténtico, eso lo dijo el Dr. José María Farina, en su artículo sobre: “La Misión de Juez” que escribió en el vigésimo aniversario del Centro de Estudios Judiciales, y cuando hablamos de misión de juez, entonces pienso una misión de San Pablo, cuando él tuvo que cumplir la misión confiada por Cristo, que le permitió decir al final: “He combatido el buen combate, he corrido hasta la meta, he conservado la fe. Eso le permitía guardar la recompensa del juicio final, porque Dios hace maravillas, otorgando a cada uno de nosotros el don de la existencia, nos bendice con el Don de la Fe, nos sostiene en la perseverancia, por lo que no podemos dejar derrumbados tantos talentos, y sólo nos queda agradecer y ejercitar tales talentos, en beneficio del prójimo. Misión de Juez dijo el Dr. Farina, Misión de San Pablo. Entonces, eso es bueno recordar aquí, porque todos tenemos talentos y estamos obligados a encontrarlos y desarrollarlos, porque aspiramos a la corona final, los Jueces tenemos Misión. Es entonces en éste ámbito que nos reúne hoy, para tratar temas de tanta trascendencia y de propuestas urgentes, donde debemos trabajar haciendo gala de nuestra imaginación, sin aguardar que otros decidan por nosotros, porque son nuestros inconvenientes y los problemas de cada día sin soluciones que nos conformen, porque está dicho que en los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento, en los momentos de crisis. Ésto lo dijo Einstein, y si el usó la imaginación, porque nosotros también que vivimos de crisis en crisis.

Porque es el corazón que oye del Dr. Farina, cuando nosotros decimos que pretendemos ser jueces auténticos, al que llegan los reclamos de la comunidad solidaria que sostienen y sienten la necesidad de colaborar en la siembra de paz y justicia impartida desde el Tribunal, entonces, nos enrolamos en la vertiente de que los jueces también deberían conocer otros métodos distintos a los jurídicos para resolver conflictos, si bien estaríamos sujetos a la observancia del procedimiento legal que las partes invocaron, el conocimiento de nuevas técnicas conciliatorias, redundaría a dar soluciones que conformarían más a los litigantes y permítaseme contarles algo, los Ministros del Superior Tribunal de Justicia están presentes y son testigos de lo que voy a decir. La mediación en el Chaco ya pasó su década. Con fortalezas y debilidades, pero, el mes pasado el Chaco se vio conmovido porque los sanatorios se cerraron, la salud pública y privada estaba paralizada, se imaginan lo que significa eso. Los prestadores del servicio de salud, piden al Superior Tribunal de Justicia, que a través del Centro Público de Mediación, se convoque a una mediación con el Instituto de Previsión Social, el InSSSeP. Para resolver éste problema se pedía aumento de aranceles de visitas, de cama sanatorial, etc., y el Superior Tribunal pide al Centro que convoque a las partes en una audiencia. Lamentablemente fue todo rápido, y las partes no valoraron el silencio necesario, sino que hicieron todas las publicaciones ya poniendo sus posiciones. Lo cierto fue, que el presidente del InSSeep fue llamado a Buenos Aires y no pudo ir a la audiencia, entonces volvieron a decirse cosas públicamente, antes de buscar el diálogo, se mantuvieron en sus posiciones. Las publicaciones eran cada vez más fuertes, sobre las cosas que se querían decir, para que el otro se enterara. Pidieron mediación pero anticiparon todas las cuestiones a tratar. Como Coordinadora del Centro Público de Mediación-, me consultan, entonces, yo les digo, el diálogo está abierto, no se pudo hacer la audiencia, pero el puente está tendido, ese puente que siempre tenemos que crear, formarlo para que el diálogo exista. Luego se presenta un amparo en el Superior Tribunal, por los empleados del InSSeep que quieren conservar las fuentes de trabajo, una conmoción tremenda. ¿Qué hace el Superior? En un, -yo diría- en un acuerdo memorable los cinco ministros nos ponemos, a ver cómo vamos a tratar este asunto, ya era una cuestión social, no era una cuestión jurídica solamente, era una cuestión social importante, hablamos de las técnicas de mediación, hablamos de las herramientas de esas áreas, y el Presidente convoca a una audiencia conciliatoria. Los cinco Ministros estuvimos presente, los prestadores del servicio de salud en un lado, las autoridades del InSSSeP enfrente, los actores en otro lugar y nadie mas que nosotros. Pero vivimos unos momentos tan difíciles, la presión de la gente afuera pidiendo que se levante el paro, que den el servicio de Salud, la gente realmente enferma pidiendo ser atendida, fue todo un día de audiencia, hubo un cuarto intermedio, y convocamos de nuevo a las partes. Ocho de la noche, nueve, se llega a un acuerdo transitorio, provisorio, de que se levantará el paro y seguirán las tratativas, y que se va a modificar el régimen de Previsión Social en la Provincia. Todo eso se iba a lograr. Se firma ese acuerdo. Fue tanta la emoción de que el público de afuera cuando se entera, lloraba, nosotros satisfechos de haber logrado, lo jurídico y lo social estaban ahí latente, en el marco de lo jurídico, en el marco del Superior Tribunal de Justicia, hicimos esta reunión, y cuando salimos a las 10 de la noche, enfrente del Superior Tribunal está el Sanatorio Chaco, ya estaban prendidas las luces de los empleados lavando los pisos limpiando todo el sanatorio para volver a trabajar.

Esto lo hicimos porque nos compenetramos con los problemas sociales, más que realmente en lo jurídico digamos así, y nos decían, magistrados, funcionarios que nos llamaban; nos sentimos orgullosos del Superior Tribunal de Justicia que haya tomado las riendas en una situación tan difícil, tan difícil para dar salud al pueblo. Esto les digo, porqué a veces nos enrolamos en este movimiento de métodos alternativos de resolución de conflictos, porque en verdad ese corazón que oye que quiere el Dr. Farina, lo tenemos los que queremos ser jueces auténticos, para estar con el pueblo, para estar con las necesidades del pueblo, pero también las necesidades de los que nos están apoyando.

Esto ha ocurrido en el Chaco, aún siguen las tratativas, que es lo importante, y en las sesiones de Acuerdos del Superior Tribunal ya se habla de mediación, ya se habla de conciliación, como algo que bien puede resultar para resolver conflictos tan importantes.

Yo decía que en el Centro de Estudios Judiciales, tiene 27 años de vida porque nosotros concebimos que la Capacitación es fundamental, fundamental. Para tener estas ideas y esta imaginación como dice Einstein, hay que tener imaginación para resolver algunos problemas que el derecho no nos permite. Por eso tenemos que hacer cambios en nuestra cultura, animarnos a proponer cosas distintas, y vale la pena intentarlo. Porque el Juez tiene que seguir aprendiendo, el Juez tiene que seguir estudiando, en una reunión de abogados se decía, yo ya no se más el orden jurídico que estudié, no se aplica el derecho que estudié, ahora se habla de otras cosas, sin embargo no es así, el derecho siempre está, pero hay que mirarlo con la visión actual, con la visión nueva que nos permite la perspectiva del diálogo, que nos permite la perspectiva de que el Juez no esté solamente en su globo, en su cápsula, sino mirando también lo que la comunidad pretende.

Con el corazón que oye del Dr. Farina, comprendimos que la arrogancia del Juez, está tanto en su sabiduría para aprender, como para enseñar a través de su comportamiento, su sentencia, su ejemplo, y especialmente en su preocupación para transmitir como mejorar la sociedad en que vive.

Así nació la idea donde el Centro de Estudios Judiciales propuso al Superior Tribunal, dictar tres diplomaturas con la Universidad Nacional de La Rioja, que es la única universidad que tiene contrato con la Universidad de Harvard, y se lo reconoce en los títulos que la Universidad de La Rioja da. Tres diplomaturas: ONG, Recursos Humanos, y en Resolución de Conflictos. Y preguntaban, qué tiene que ver el Poder Judicial con las ONG’s, sin embargo ese corazón que oye, la solidaridad, a nuestros Juzgados de Familia que están necesitando urgente familias acogedoras, que tienen tanto trabajo y tan pocos recursos, obligando a las juezas realmente usar, lo que dice Einstein, imaginación para poder hacer justicia, estarán las ONG’s que estamos preparando, que estamos enseñando cómo formarse, y cómo prestar esa solidaridad colaborando con la Justicia, ya que lo que le está vedado hacer a la administración de Justicia le está permitido a ellas hacer, como recibir los diez billones de euros que en el 2010 la Unidad Europea tiene disponible para las ONG’s del mundo, y a través de ellas bien formadas y capacitadas pueden colaborar con las tareas conexas a la Justicia.

Es que -decimos nosotros-, que la tarea de los Tribunales en gestiones de causas sociales, en investigación y diseño de estrategias competitivas de prestación de servicios sociales, que escapan a las funciones judiciales, pero sin embargo, el desarrollo de las mismas complementan la eficacia que se reclama a la justicia. Tenemos que permitir que otros colaboren con lo que la justicia no puede hacer.

Hacer justicia desde el lugar tan encumbrado de la Administración Estatal, como el que nos toca, no se agota en el dictado de sentencias, que quizás tampoco se alcanza a realizarlas en ese acto. Hacer justicia implica, precisamente desde nuestro lugar, dar a otros suficientes herramientas y habilidades para que participen capacitados a encontrar valores que conduzcan a la pacificación social que es la felicidad hecha justicia. Así lo entendimos quienes nos recibimos de Juez, después de haber aprendido la enseñanza irreemplazable que la actividad política nos exigió antes, permitiéndonos el diálogo con el país, para conocer sus problemas y su gente, en ese contacto reconfortante tan directo y vital.

Cuando me pidieron que haga una breve síntesis de lo que podría decir, me encontré que estaba diciendo un poco mi vida en la Justicia, y bueno, es una historia de vida, como Juez asumí el compromiso de no soslayar jamás que juzgaría seres humanos con sentimientos, en circunstancias particulares, con un pasado y un presente que no podrían ser sometidos a meras decisiones de frías cifras monetarias o complicadas ecuaciones matemáticas. Entendí, que hacer justicia no es para todos el abstracto, sino para cada uno, y en cada uno está contenido la estirpe humanista del Juez que se potencia en el reconocimiento de los Derechos Humanos.

El titulo de estas jornadas nos convocó a recapacitar que no basta con efectuar estrictos juicios técnicos de legalidad, importa por la formación de la vida, están más inclinados a juicios que contengan el dato de la previsibilidad, de la anticipación a las consecuencias, de las decisiones, y en definitiva, ayudando a que otros integren la optimización del sistema democrático respetando la exigencia de la armoniosa interdependencia de los tres poderes del estado, en el marco de la independencia funcional.

Cuando hablamos de justicia no podemos dejar de recordarlo a nuestro filósofo Carlos Cossio que nos decía los siete valores jurídicos: orden, seguridad, cooperación, solidaridad, poder, paz, donde el valor justicia señorea entre los valores bilaterales para darle significación, a que la justicia es el eterno anhelo de la felicidad, ya que pensamos que es importante hacer justicia conforme a derecho, pero quizás, sea más importante hacer justicia conforme a consenso. Y si el apóstol San Pablo dijo: “He combatido el buen combate, he corrido hasta la meta, he conservado la fe”, nosotros hoy podemos decir que hacer justicia, es haber conservado la fe, desde este lugar de visión de género. Nada mas....”


Diseño: Ing. Jane García - VGM
Trabajo Donado al Centro de Investigación para la Paz
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