Aquellos científicos sociales que señalan, con carácter
de demostración firme, que ha habido un aumento significativo
de los signos de la barbarie y la deshumanización en nuestro último
siglo (Hobsbawn, Glover, Todorov, etc.), es difícil negarles
tal certeza y todavía podría ser más arriesgado
y atrevido hablarles o convencerles de que, también, han
existido y existen procesos de institucionalización de la
noviolencia. En todo caso, esta literatura no se contenta con mostrar
la existencia del mal (violencia), sino advertirnos de su banalidad
(Arendt) y de la necesidad de encontrar alternativas a ella: en
la imaginación moral, en otra manera de hacer política,
en poner freno a las escaladas, etc., todos ellos planteamientos
de mucho interés para la construcción de un pensamiento
noviolento.
Mario
López Martínez Profesor de Historia Contemporánea
Instituto de la Paz y los Conflictos (Universidad de Granada,
España)
En
Freddy Cante y Luisa Ortiz (comp.) (2005) Acción política
no-violenta en Colombia, una opción para Colombia, Bogotá,
Centro Editorial Universidad del Rosario, pp. 211-236