03 de Junio de 2008 - 21 hs.
Tema: "Historia de las Mujeres"

 

Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Abogada Teresita Abelenda, Prof. Rubén Darío Borda, y Magíster Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Historia de las Mujeres

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autora de la Voz: Ana Aguado Higón.

¿PORQUÉ HISTORIA DE LAS MUJERES?
La Historia de las Mujeres representa desde las últimas tres décadas un frente vivo de la Renovación Historiográfica, no sólo desde el punto de vista temático, sino fundamentalmente desde el punto de vista Epistemológico y Metodológico, al visibilizar nuevos sujetos históricos y nuevas relaciones sociales no contemplados por el discurso histórico tradicional. Así, esta perspectiva histórica ha desempeñado un papel significativo en la Recuperación de la Memoria Colectiva de las Mujeres, pero también en la Revisión Crítica y Global del Conocimiento Histórico, de tal manera que ha permitido detectar la especificidad de las experiencias femeninas y establecer, a la vez, su Integración en los Procesos Históricos Generales.

LAS PRIMERAS REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LAS MUJERES
Las primeras reflexiones en torno a la Historia de las Mujeres se formularon a principios de los años 70, impulsadas por el Movimiento de Mujeres y por la Renovación de las Corrientes Historiográficas; y estos momentos iniciales favorecieron la recuperación de la Memoria Colectiva Femenina y una mayor visibilidad de su trayectoria histórica. Así, el interrogante planteado en el Congreso Organizado por la Historiadora Michelle Perrot a mediados de los años 70, en torno a la PREGUNTA sobre SI EXISTE UNA HISTORIA DE LAS MUJERES, ha evolucionado en complejidad y perspectivas teóricas a lo largo del camino recorrido hasta la actualidad, de tal manera que actualmente la pregunta se realiza mucho más adecuadamente en un sentido inverso. En concreto, en el sentido de PREGUNTARSE SI ES POSIBLE UNA HISTORIA SIN LAS MUJERES, definida desde la perspectiva de una Historia de las Relaciones de Género; entendida éstas como una relación social tan importante y significativa de análisis histórico como cualquier otra, tanto en lo privado como en lo público.

INVISIBILIDAD DE LAS MUJERES EN LA HISTORIA
El punto de partida de la Historia de las Mujeres fue la constatación de la “Invisibilidad” de éstas en la Historia, señalando que bajo el supuesto carácter general de las explicaciones históricas, se encontraban presentes en ellas presupuestos androcéntricos (Androcentrismo: “La palabra Androcentrismo proviene del Griego Andros –Hombre- y define la mirada masculina en el Centro del Universo, como medida de todas las cosas y representación global de la humanidad, ocultando otras realidades, entre ellas la de la Mujer. http_//es.wikipedia.org/wiki/Androcentrismo) que partían de la aparente Universalidad del Sujeto Masculino, afirmando incluir implícitamente también a las Mujeres cuando en realidad no era así. En este sentido, las razones por las que las Mujeres han sido tradicionalmente un Sujeto Invisible para los Historiadores, se refieren básicamente a la forma en que se fue definiendo la Investigación Histórica, quienes hicieron esa definición –es decir, quienes tenían el Poder de “nombrar, de crear significados-, y su relación con el Mundo en que vivían.

- Mitología Griega:
Una Metáfora repetidamente citada pero no por ello menos representativa de este referente cultural y simbólico es el siguiente texto de Muriel Rukeyser, referido a la Mitología Griega:
“Años después, Edipo, viejo y ciego, andaba por los caminos. Olfateó un olor conocido. Era la Esfinge.
Edipo dijo: - Quiero hacerte una pregunta, ¿por qué no reconocí a mi madre?
La Esfinge dijo: - Me diste una respuesta errada.
Edipo dijo: - Pero eso es lo que hizo posible todo.
La Esfinge dijo: - No. Cuando yo pregunté qué es lo que camina con cuatro piernas por la mañana, dos al mediodía y tres a la tarde, tu contestaste, el Hombre. No dijiste nada de la Mujer.
Dijo Edipo: - Cuando decimos Hombre, incluimos a las Mujeres también. Todo el mundo sabe eso.
Ella dijo: - Eso te crees tú”.

HISTORIA DE LAS MUJERES
Más allá de la Metáfora Mística, fue la Conciencia de esta realidad intelectual y científica, y la necesidad y el proyecto desarrollado desde la crítica feminista de “Restituir las Mujeres a la Historia”, lo que ha conducido desde los años 70 al desarrollo de la “HISTORIA DE LAS MUJERES”, entendida en el sentido de hacer una Historia que no se satisface con un simple “añadido” de este colectivo a la Historia Tradicional; sino que pretende la Historia desde una nueva mirada atenta a la diferencia sexual, a la experiencia femenina y a las relaciones de género.
Se pretende en este sentido, desde la Evolución Experimentada en los últimos años por la Historia de las Mujeres en cuanto a planteamientos y perspectivas teóricas, un cambio de paradigmas históricos que impliquen un replanteamiento global de los grandes ejes interpretativos de la Historia, de tal manera que incluyan el Estudio de la Construcción Histórica de la Diferencia Sexual, así como de las relaciones entre los sexos como relaciones culturales y socialmente construidas, y por tanto, Históricamente variables.

EVOLUCIÓN DE LA HISTORIA DE LAS MUJERES
La Historia de las Mujeres ha Evolucionado en sus planteamientos desde su aparición y ha pasado por diversas etapas en su desarrollo Historiográfico.
1.- SUS PRIMERAS FORMULACIONES METODOLÓGICAS fueron articuladas a partir de esquemas que quizás polarizaban excesivamente la experiencia Histórica de Mujeres y Hombres en Dicotomías como público/privado, poder/sumisión, víctima/heroína, confrontación/consentimiento.
Puede hablarse en este sentido, dentro de sus antecedentes, de una Historia Tradicional de la Mujer que, si bien ha tratado temas en los que la Mujer era el objeto de estudio, como la Educación Femenina, el Trabajo, etc., lo hacía de una forma simplemente descriptiva, sin ningún Marco Teórico o Metodológico propio.
2.- A este planteamiento clásico le sucedería una etapa inicial en la renovación historiográfica representada por la Historia de las Mujeres y concretada en la denominada “HISTORIA CONTRIBUTIVA”.
Esta Historia centraba su análisis en la experiencia Histórica Femenina, analizando la contribución de las Mujeres a diferentes Movimientos Sociales, pero sin contemplar otros aspectos de las relaciones de Género; y por el otro lado resaltaba la victimización Histórica de las Mujeres.
3.- Finalmente, la denominada “NUEVA HISTORIA DE LA MUJER”, más vinculada a un análisis de Género, se plantea la superación de las aportaciones contributivas a partir de la elaboración de un Marco Conceptual y Analítico adecuado, superador de las visiones dicotómicas de víctima/heroína, y vinculado al desarrollo de la Teoría Crítica Feminista Contemporánea.

¿CUÁLES HAN SIDO UNA DE LAS APORTACIONES MÁS SIGNIFICATIVAS DE LA HISTORIA DE LAS MUJERES?
Así, la Historia de la Mujeres es en el momento actual un Activo Referente Historiográfico, que se ha ido desarrollando a partir de la Evolución de la Historia Social y del cuestionamiento de los enfoques más rígidamente estructuralistas de la disciplina.
El punto de partida inicial, la constatación de la Invisibilidad de las Mujeres en la Historia –por tanto, la conciencia de la parcialidad androcéntrica de las explicaciones históricas supuestamente universales- ha contribuido progresivamente a enfocar de forma más compleja la Investigación Histórica de las Diferentes Relaciones Sociales.
Esta propuesta Histórica no se presenta como un “tema más”, concreto y puntual, referido sólo a lo cotidiano o a lo íntimo, a lo individual o a la llamada “Historia en Migajas”, como en ocasiones se ha entendido o caricaturizado desde el desconocimiento o la ignorancia.
Lejos de este planteamiento, UNA DE LAS APORTACIONES MÁS SIGNIFICATIVAS DE LA HISTORIA DE LAS MUJERES HA CONSISTIDO EN LA CONSIDERACIÓN DE LAS RELACIONES ENTRE SEXOS – relaciones de Género, entendiendo por tal la construcción cultural de la diferencia sexual – COMO RELACIONES SOCIALES CONSTRUIDAS HISTÓRICA Y CULTURALMENTE, y por tanto, susceptibles de Investigación Empírica. Se plantea así la interacción social del Género en su realidad Histórica a partir de la contextualización e interrelación de experiencia femenina en su entorno Socio-Cultural y Político.

LA “FEMINIDAD” Y LA “MASCULINIDAD”
La “Feminidad” y la “Masculinidad” se entienden, desde esta perspectiva Teórica, como categorías reelaboradas continuamente en cada especio y en cada tiempo Histórico concreto, inmersas y actuando a la vez sobre un entramado Social y Cultural específico.
Es por ello por lo que no se trata en absoluto de hablar de las Mujeres como un tema aparte, secundario o puntual y más o menos “novedoso”, sino por el contrario, de explicar y comprender la Historia teniendo en cuenta que sus protagonistas tienen diferentes experiencias de vida y prácticas sociales en función, entre otros elementos, de su diferente identidad de Género. Así por ejemplo, desde la Historia de las Mujeres se ha ido desarrollando una reflexión sobre la relación entre las representaciones, los discursos y las prácticas de vida, haciendo una lectura compleja de estas cuestiones, en el sentido de que las Mujeres ni han sido sólo simples receptoras sumisas de los discursos dominantes, ni tampoco se han enfrentado a ellos como simples víctimas, sino que en muchas ocasiones en la realidad Histórica, en la vida cotidiana y en la recepción y transmisión de los discursos de Género, las Mujeres también se han apropiado de ellos reelaborándolos en función de sus intereses.
Las más interesantes perspectivas en el debate Historiográfico actual referidas a la importancia del sujeto Femenino y a las identidades sexuadas, tienen una procedencia diversa y heterogénea, desde la propuesta generada por los “Women´s Studys” o “Gender Studys” de origen norteamericano, a los análisis desarrollados desde una perspectiva Históricamente más Europea bajo la denominación “Historia de las Mujeres” desarrollada fundamentalmente por la Historiografía Europea, pasando por la Historia de la Diferencia Sexual vinculada especialmente a un sector de la Historiografía Italiana. Con todo, por encima de planteamientos dicotómicos en la polémica sobre el significado del Género, y por tanto no entendiéndolo exclusivamente ni como un simple tema a recuperar ni tampoco como la única variable explicativa de la organización de la división social, los estudios más recientes sobre Historia de las Mujeres entienden las relaciones de Género como un Proceso Histórico que afecta no sólo al ámbito privado –como suele pensarse más comúnmente- sino también, de forma absolutamente central, al ámbito público.
La Historia de las Mujeres plantea así, entendida como Historia del Género –desde una concepción amplia de la Historia Social- la importancia de las interconexiones entre las diferentes relaciones sociales, entendidas como relaciones desiguales marcadas por equilibrios de poder y por las negociaciones implícitas en torno a él.
Desde este punto de vista, las interrelaciones existentes entre aspectos diversos como son la identidad sexual, la procedencia social, la construcción de la ciudadanía y de la esfera pública, o el concepto generalizado de trabajo y sus implicaciones, proporcionan una perspectiva muy alejada de la consideración de que las Mujeres o el Género son un tema puntual que se puede simplemente añadir a los considerados relevantes. Por el contrario, la Historia de las Mujeres se plantea influir en la totalidad de la Epistemología y de la Escritura de la Historia, partiendo de esta voluntad de totalidad; y entendiendo esta forma de hacer Historia no sólo como un Estudio de los Discursos o representaciones de Género, sino sobre todo de las prácticas y experiencias Históricas. Es desde estos planteamientos desde los que el Estudio de las Relaciones d e Género debe entenderse inmerso en un determinado contexto Histórico, Social, Político y Económico, en unas condiciones materiales y reales de existencia, en definitiva, inmersas en la Historia “General”.
La Historia de las Mujeres, entendida de esta forma, ha desarrollado en su Historiografía numerosos temas alejados de su tradicional identificación con cuestiones relacionadas exclusivamente con la Historia de la vida privada, la Historia de la vida cotidiana, la Historia de la familia o la microhistoria, a pesar de que plantee a la vez la necesidad de revalorizar Históricamente estas cuestiones. Se pretende por tanto desde esta perspectiva Teórica estudiar la interacción de las diferentes relaciones de Poder, de clase, y de Género en la conformación de las identidades sociales, valorando la función de los discursos como un elemento más de análisis, pero no el único, sino como un elemento más a estudiar junto a la realidad social y las prácticas de vida tanto en los ámbitos públicos como en los privados. Desde estos planteamientos desarrollados por la Historia de las Mujeres, el Género se convierte en un instrumento para comprender las interconexiones entre las diferentes relaciones sociales y las formas de representación ideológica, y entre las identidades sexuales y sus contextos Históricos.

CONCLUSIÓN
En definitiva, las relaciones de Género desde las que debe entenderse y estudiarse la Historia de las Mujeres, estructuran tanto el espacio denominado “privado” –la domesticidad, la intimidad, los modelos de la familia, las pautas de reproducción, la vida material, etc-, como también, y de forma absolutamente fundamental, la denominada “esfera pública” de las sociedades contemporáneas –la ciudadanía, los Derechos Individuales y políticos, el mercado de trabajo y el mismo concepto de trabajo, o las formas de sociabilidad, de cultura o de ocio-. Y esta perspectiva Metodológica debe implicar en sus formas de análisis la eliminación de la dicotomía entre “público” y “privado”, que en la realidad Histórica no es sino interacción y reforzamiento mutuo, en el sentido de que en las experiencias y prácticas sociales no sólo es un hecho que lo privado es político, sino también y sobre todo, que lo político está fuertemente impregnado de lo que supuestamente es privado.

Véase también: Género, Mujeres

“Nuestro éxito depende de la cooperación para adaptarnos a las condiciones del medio donde vivimos.
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz. (eds.)”.

 

 

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