Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado
por los integrantes del Centro de Investigación para
la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica
Nacional, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí
Garay, Odontóloga Emy Arduña, Abogada Teresita
Abelenda, Prof. Rubén Darío Borda, y Magíster
Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Historia de las Mujeres
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia
de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López
Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad
de Granada, España, autora de la Voz: Ana Aguado Higón.
¿PORQUÉ HISTORIA DE LAS MUJERES?
La Historia de las Mujeres representa desde las últimas
tres décadas un frente vivo de la Renovación Historiográfica,
no sólo desde el punto de vista temático, sino
fundamentalmente desde el punto de vista Epistemológico
y Metodológico, al visibilizar nuevos sujetos históricos
y nuevas relaciones sociales no contemplados por el discurso
histórico tradicional. Así, esta perspectiva histórica
ha desempeñado un papel significativo en la Recuperación
de la Memoria Colectiva de las Mujeres, pero también
en la Revisión Crítica y Global del Conocimiento
Histórico, de tal manera que ha permitido detectar la
especificidad de las experiencias femeninas y establecer, a
la vez, su Integración en los Procesos Históricos
Generales.
LAS PRIMERAS REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LAS MUJERES
Las primeras reflexiones en torno a la Historia de las Mujeres
se formularon a principios de los años 70, impulsadas
por el Movimiento de Mujeres y por la Renovación de las
Corrientes Historiográficas; y estos momentos iniciales
favorecieron la recuperación de la Memoria Colectiva
Femenina y una mayor visibilidad de su trayectoria histórica.
Así, el interrogante planteado en el Congreso Organizado
por la Historiadora Michelle Perrot a mediados de los años
70, en torno a la PREGUNTA sobre SI EXISTE UNA HISTORIA DE LAS
MUJERES, ha evolucionado en complejidad y perspectivas teóricas
a lo largo del camino recorrido hasta la actualidad, de tal
manera que actualmente la pregunta se realiza mucho más
adecuadamente en un sentido inverso. En concreto, en el sentido
de PREGUNTARSE SI ES POSIBLE UNA HISTORIA SIN LAS MUJERES, definida
desde la perspectiva de una Historia de las Relaciones de Género;
entendida éstas como una relación social tan importante
y significativa de análisis histórico como cualquier
otra, tanto en lo privado como en lo público.
INVISIBILIDAD DE LAS MUJERES EN LA HISTORIA
El punto de partida de la Historia de las Mujeres fue la constatación
de la “Invisibilidad” de éstas en la Historia,
señalando que bajo el supuesto carácter general
de las explicaciones históricas, se encontraban presentes
en ellas presupuestos androcéntricos (Androcentrismo:
“La palabra Androcentrismo proviene del Griego Andros
–Hombre- y define la mirada masculina en el Centro del
Universo, como medida de todas las cosas y representación
global de la humanidad, ocultando otras realidades, entre ellas
la de la Mujer. http_//es.wikipedia.org/wiki/Androcentrismo)
que partían de la aparente Universalidad del Sujeto Masculino,
afirmando incluir implícitamente también a las
Mujeres cuando en realidad no era así. En este sentido,
las razones por las que las Mujeres han sido tradicionalmente
un Sujeto Invisible para los Historiadores, se refieren básicamente
a la forma en que se fue definiendo la Investigación
Histórica, quienes hicieron esa definición –es
decir, quienes tenían el Poder de “nombrar, de
crear significados-, y su relación con el Mundo en que
vivían.
- Mitología Griega:
Una Metáfora repetidamente citada pero no por ello menos
representativa de este referente cultural y simbólico
es el siguiente texto de Muriel Rukeyser, referido a la Mitología
Griega:
“Años después, Edipo, viejo y ciego, andaba
por los caminos. Olfateó un olor conocido. Era la Esfinge.
Edipo dijo: - Quiero hacerte una pregunta, ¿por qué
no reconocí a mi madre?
La Esfinge dijo: - Me diste una respuesta errada.
Edipo dijo: - Pero eso es lo que hizo posible todo.
La Esfinge dijo: - No. Cuando yo pregunté qué
es lo que camina con cuatro piernas por la mañana, dos
al mediodía y tres a la tarde, tu contestaste, el Hombre.
No dijiste nada de la Mujer.
Dijo Edipo: - Cuando decimos Hombre, incluimos a las Mujeres
también. Todo el mundo sabe eso.
Ella dijo: - Eso te crees tú”.
HISTORIA DE LAS MUJERES
Más allá de la Metáfora Mística,
fue la Conciencia de esta realidad intelectual y científica,
y la necesidad y el proyecto desarrollado desde la crítica
feminista de “Restituir las Mujeres a la Historia”,
lo que ha conducido desde los años 70 al desarrollo de
la “HISTORIA DE LAS MUJERES”, entendida en el sentido
de hacer una Historia que no se satisface con un simple “añadido”
de este colectivo a la Historia Tradicional; sino que pretende
la Historia desde una nueva mirada atenta a la diferencia sexual,
a la experiencia femenina y a las relaciones de género.
Se pretende en este sentido, desde la Evolución Experimentada
en los últimos años por la Historia de las Mujeres
en cuanto a planteamientos y perspectivas teóricas, un
cambio de paradigmas históricos que impliquen un replanteamiento
global de los grandes ejes interpretativos de la Historia, de
tal manera que incluyan el Estudio de la Construcción
Histórica de la Diferencia Sexual, así como de
las relaciones entre los sexos como relaciones culturales y
socialmente construidas, y por tanto, Históricamente
variables.
EVOLUCIÓN DE LA HISTORIA DE LAS MUJERES
La Historia de las Mujeres ha Evolucionado en sus planteamientos
desde su aparición y ha pasado por diversas etapas en
su desarrollo Historiográfico.
1.- SUS PRIMERAS FORMULACIONES METODOLÓGICAS fueron articuladas
a partir de esquemas que quizás polarizaban excesivamente
la experiencia Histórica de Mujeres y Hombres en Dicotomías
como público/privado, poder/sumisión, víctima/heroína,
confrontación/consentimiento.
Puede hablarse en este sentido, dentro de sus antecedentes,
de una Historia Tradicional de la Mujer que, si bien ha tratado
temas en los que la Mujer era el objeto de estudio, como la
Educación Femenina, el Trabajo, etc., lo hacía
de una forma simplemente descriptiva, sin ningún Marco
Teórico o Metodológico propio.
2.- A este planteamiento clásico le sucedería
una etapa inicial en la renovación historiográfica
representada por la Historia de las Mujeres y concretada en
la denominada “HISTORIA CONTRIBUTIVA”.
Esta Historia centraba su análisis en la experiencia
Histórica Femenina, analizando la contribución
de las Mujeres a diferentes Movimientos Sociales, pero sin contemplar
otros aspectos de las relaciones de Género; y por el
otro lado resaltaba la victimización Histórica
de las Mujeres.
3.- Finalmente, la denominada “NUEVA HISTORIA DE LA MUJER”,
más vinculada a un análisis de Género,
se plantea la superación de las aportaciones contributivas
a partir de la elaboración de un Marco Conceptual y Analítico
adecuado, superador de las visiones dicotómicas de víctima/heroína,
y vinculado al desarrollo de la Teoría Crítica
Feminista Contemporánea.
¿CUÁLES HAN SIDO UNA DE LAS APORTACIONES MÁS
SIGNIFICATIVAS DE LA HISTORIA DE LAS MUJERES?
Así, la Historia de la Mujeres es en el momento actual
un Activo Referente Historiográfico, que se ha ido desarrollando
a partir de la Evolución de la Historia Social y del
cuestionamiento de los enfoques más rígidamente
estructuralistas de la disciplina.
El punto de partida inicial, la constatación de la Invisibilidad
de las Mujeres en la Historia –por tanto, la conciencia
de la parcialidad androcéntrica de las explicaciones
históricas supuestamente universales- ha contribuido
progresivamente a enfocar de forma más compleja la Investigación
Histórica de las Diferentes Relaciones Sociales.
Esta propuesta Histórica no se presenta como un “tema
más”, concreto y puntual, referido sólo
a lo cotidiano o a lo íntimo, a lo individual o a la
llamada “Historia en Migajas”, como en ocasiones
se ha entendido o caricaturizado desde el desconocimiento o
la ignorancia.
Lejos de este planteamiento, UNA DE LAS APORTACIONES MÁS
SIGNIFICATIVAS DE LA HISTORIA DE LAS MUJERES HA CONSISTIDO EN
LA CONSIDERACIÓN DE LAS RELACIONES ENTRE SEXOS –
relaciones de Género, entendiendo por tal la construcción
cultural de la diferencia sexual – COMO RELACIONES SOCIALES
CONSTRUIDAS HISTÓRICA Y CULTURALMENTE, y por tanto, susceptibles
de Investigación Empírica. Se plantea así
la interacción social del Género en su realidad
Histórica a partir de la contextualización e interrelación
de experiencia femenina en su entorno Socio-Cultural y Político.
LA “FEMINIDAD” Y LA “MASCULINIDAD”
La “Feminidad” y la “Masculinidad” se
entienden, desde esta perspectiva Teórica, como categorías
reelaboradas continuamente en cada especio y en cada tiempo
Histórico concreto, inmersas y actuando a la vez sobre
un entramado Social y Cultural específico.
Es por ello por lo que no se trata en absoluto de hablar de
las Mujeres como un tema aparte, secundario o puntual y más
o menos “novedoso”, sino por el contrario, de explicar
y comprender la Historia teniendo en cuenta que sus protagonistas
tienen diferentes experiencias de vida y prácticas sociales
en función, entre otros elementos, de su diferente identidad
de Género. Así por ejemplo, desde la Historia
de las Mujeres se ha ido desarrollando una reflexión
sobre la relación entre las representaciones, los discursos
y las prácticas de vida, haciendo una lectura compleja
de estas cuestiones, en el sentido de que las Mujeres ni han
sido sólo simples receptoras sumisas de los discursos
dominantes, ni tampoco se han enfrentado a ellos como simples
víctimas, sino que en muchas ocasiones en la realidad
Histórica, en la vida cotidiana y en la recepción
y transmisión de los discursos de Género, las
Mujeres también se han apropiado de ellos reelaborándolos
en función de sus intereses.
Las más interesantes perspectivas en el debate Historiográfico
actual referidas a la importancia del sujeto Femenino y a las
identidades sexuadas, tienen una procedencia diversa y heterogénea,
desde la propuesta generada por los “Women´s Studys”
o “Gender Studys” de origen norteamericano, a los
análisis desarrollados desde una perspectiva Históricamente
más Europea bajo la denominación “Historia
de las Mujeres” desarrollada fundamentalmente por la Historiografía
Europea, pasando por la Historia de la Diferencia Sexual vinculada
especialmente a un sector de la Historiografía Italiana.
Con todo, por encima de planteamientos dicotómicos en
la polémica sobre el significado del Género, y
por tanto no entendiéndolo exclusivamente ni como un
simple tema a recuperar ni tampoco como la única variable
explicativa de la organización de la división
social, los estudios más recientes sobre Historia de
las Mujeres entienden las relaciones de Género como un
Proceso Histórico que afecta no sólo al ámbito
privado –como suele pensarse más comúnmente-
sino también, de forma absolutamente central, al ámbito
público.
La Historia de las Mujeres plantea así, entendida como
Historia del Género –desde una concepción
amplia de la Historia Social- la importancia de las interconexiones
entre las diferentes relaciones sociales, entendidas como relaciones
desiguales marcadas por equilibrios de poder y por las negociaciones
implícitas en torno a él.
Desde este punto de vista, las interrelaciones existentes entre
aspectos diversos como son la identidad sexual, la procedencia
social, la construcción de la ciudadanía y de
la esfera pública, o el concepto generalizado de trabajo
y sus implicaciones, proporcionan una perspectiva muy alejada
de la consideración de que las Mujeres o el Género
son un tema puntual que se puede simplemente añadir a
los considerados relevantes. Por el contrario, la Historia de
las Mujeres se plantea influir en la totalidad de la Epistemología
y de la Escritura de la Historia, partiendo de esta voluntad
de totalidad; y entendiendo esta forma de hacer Historia no
sólo como un Estudio de los Discursos o representaciones
de Género, sino sobre todo de las prácticas y
experiencias Históricas. Es desde estos planteamientos
desde los que el Estudio de las Relaciones d e Género
debe entenderse inmerso en un determinado contexto Histórico,
Social, Político y Económico, en unas condiciones
materiales y reales de existencia, en definitiva, inmersas en
la Historia “General”.
La Historia de las Mujeres, entendida de esta forma, ha desarrollado
en su Historiografía numerosos temas alejados de su tradicional
identificación con cuestiones relacionadas exclusivamente
con la Historia de la vida privada, la Historia de la vida cotidiana,
la Historia de la familia o la microhistoria, a pesar de que
plantee a la vez la necesidad de revalorizar Históricamente
estas cuestiones. Se pretende por tanto desde esta perspectiva
Teórica estudiar la interacción de las diferentes
relaciones de Poder, de clase, y de Género en la conformación
de las identidades sociales, valorando la función de
los discursos como un elemento más de análisis,
pero no el único, sino como un elemento más a
estudiar junto a la realidad social y las prácticas de
vida tanto en los ámbitos públicos como en los
privados. Desde estos planteamientos desarrollados por la Historia
de las Mujeres, el Género se convierte en un instrumento
para comprender las interconexiones entre las diferentes relaciones
sociales y las formas de representación ideológica,
y entre las identidades sexuales y sus contextos Históricos.
CONCLUSIÓN
En definitiva, las relaciones de Género desde las que
debe entenderse y estudiarse la Historia de las Mujeres, estructuran
tanto el espacio denominado “privado” –la
domesticidad, la intimidad, los modelos de la familia, las pautas
de reproducción, la vida material, etc-, como también,
y de forma absolutamente fundamental, la denominada “esfera
pública” de las sociedades contemporáneas
–la ciudadanía, los Derechos Individuales y políticos,
el mercado de trabajo y el mismo concepto de trabajo, o las
formas de sociabilidad, de cultura o de ocio-. Y esta perspectiva
Metodológica debe implicar en sus formas de análisis
la eliminación de la dicotomía entre “público”
y “privado”, que en la realidad Histórica
no es sino interacción y reforzamiento mutuo, en el sentido
de que en las experiencias y prácticas sociales no sólo
es un hecho que lo privado es político, sino también
y sobre todo, que lo político está fuertemente
impregnado de lo que supuestamente es privado.
Véase también: Género, Mujeres
“Nuestro éxito depende de la cooperación
para adaptarnos a las condiciones del medio donde vivimos.
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco
A. Muñoz. (eds.)”.