08 de Marzo de 2011 - 21 hs.
Tema: "Pacifismo Feminista"

 

Conducido por el Abogado Raúl Arce,  siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional,  Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Sr. Fredy Eiman,  Srta. Francisca Ortiz,  Lic. Wilma Soledad Trúe,  Prof. Rubén Darío Borda,  y  Magíster  Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Pacifismo Feminista.

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigida por el Dr. Mario López Martinez del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autoras de la voz: Ana Aguado Higón y María Dolores Mirón Perez.

¿QUÉ ES PACIFISMO FEMINISTA?
Corriente Ideológica y de actuación que aúna las Ideas Pacifistas con las reflexiones y reivindicaciones Feministas, ya que entiende que la Paz tan sólo es posible en su plenitud en un contexto de igualdad entre mujeres y hombres y, al mismo tiempo, que dicha igualdad conduce necesariamente a la Construcción de un mundo más justo, igualitario y por tanto pacífico.
Así, entiende que los Objetivos de la Paz y la Igualdad son inseparables y dependientes el uno del otro, porque las reivindicaciones del Movimiento Feminista respecto a la igualdad, la justicia social y los Derechos Humanos contribuyen de forma esencial a la Construcción de la Paz Positiva, además de promover redes de mujeres por encima de las fronteras, las etnias e ideologías, aplicando en sus movilizaciones mayoritariamente prácticas Noviolentas.

PACIFISMO Y FEMINISMO HAN ESTADO FRECUENTEMENTE INTERRELACIONADOS A LO LARGO DE SU EVOLUCIÓN HISTÓRICA COMO MOVIMIENTOS SOCIALES Y COMO CORRIENTES IDEOLÓGICAS, HASTA LA CONFORMACIÓN DEL DENOMINADO PACIFISMO FEMINISTA
Así, la Historia de las Mujeres ha conocido un sucesivo Desarrollo de vinculaciones y relaciones entre Pacifismos, Feminismos y lucha contra las diversas formas de violencia social, entre las que se encuentra de forma específica la VIOLENICA DE GÉNERO; aunque también es cierto que los caminos del Feminismo y del Pacifismo no han sido siempre necesariamente coincidentes.
La asociación entre Feminismo y Pacifismo se remonta a las primeras formulaciones Feministas realizadas en el Siglo XIX desde algunas corrientes de los Socialismos “utópicos”, por ejemplo, las realizadas por las Mujeres Saintsimonianas. En este sentido, la Socialista Saintsimoniana Jean Deroin escribía en 1848:

             “Las Mujeres contestan a los hombres que preguntan “¿qué queréis?, ¿qué
               estáis intentando hacer?”; queremos construir un Mundo nuevo con vosotros,
               donde reinen la Paz y la Verdad, queremos Justicia dentro de todos los espí-
               ritus y amor dentro de todos los corazones”.

Poco después, durante la guerra de Crimea de 1854, Frederika Bremer (1801-1865), la Feminista sueca que lucho por la igualdad de Derechos, apeló a las Mujeres para que formaran una Liga Pacífica, argumentando que:

                “por separado somos débiles y sólo podemos conseguir poco, pero si
                  extendemos nuestras manos por todo el Mundo, podemos coger la tierra
                  en nuestras manos como un niño”.

En esta misma línea, en la conformación Histórica de estas relaciones entre Pacifismo y Feminismo, es necesario hacer referencia en este sentido a la figura de Bertha von Suttner, la llamada “Sufragista por la Paz” austríaca, quien en 1889 escribió el libro titulado ¡DEJAD LAS ARMAS!, cuyo éxito tuvo como consecuencia el que Alfred Nobel instituyese el Premio Nobel de la Paz; de tal manera que Suttner fue la primera mujer que lo recibió en 1905.
En el desarrollo de los discursos Feministas y del Movimiento Sufragista a favor del voto de las mujeres estuvo presente en muchas ocasiones un planteamientos esencialista o basada en la idea de la diferencia, en el sentido de partir de la consideración de que las Mujeres eran moralmente superiores a los hombres, por la mayor altura ética de los “naturales” –en realidad, culturales- valores femeninos. En este sentido, un argumento utilizado en ocasiones por sectores sufragistas fue que el voto de las Mujeres era necesario porque, como madres, votarían siempre a favor de la Paz, y las guerras terminarían. Esta identificación de las Mujeres con la Paz y de los hombres con las guerra es tan antigua  como la Cultura Europea misma, pues en Grecia y Roma la conceptualización Femenina de la Paz, su representación como diosa, forma parte del discurso que sobre lo Femenino existe en dichas sociedades.
En el Siglo XX, en los años anteriores a la 1ra. Guerra Mundial, y a partir de la línea Pacifista planteada por Bertha von Suttner, la prensa Feminista, como por ejemplo el periódico francés de la Liga por los Derechos de las Mujeres, mostraba a un hombre con una papeleta de voto que decía “guerra” y a  una Mujer con una decía “Paz”, en un texto en el que podía leerse:

               “La Paz Mundial, la armonía social y el bienestar de la Humanidad solamente
                 existirán cuando las Mujeres consigan el voto y puedan ayudar a los hombres
                 a hacer las Leyes”.

Y en 1910 el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas hizo de la “lucha contra la guerra” un objetivo fundamental y pidió que se incluyera en el programa de todos los Congresos Socialistas.
Fue en la histórica de la 1ra. Guerra Mundial la que originó una gran movilización de organizaciones de Mujeres Feministas y Sufragista que en muchos casos se manifestaron y posicionaron contra la guerra y a favor de la Paz. Aunque también, en el mismo contexto, la guerra supuso la fractura del Movimiento Sufragista porque muchas Mujeres integradas en él optaron por apoyar a sus respectivos gobiernos en el enfrentamiento bélico, de tal manera que unas organizaciones Feministas adoptaron una postura Pacifista y otras una postura nacionalista intervencionista. Así un amplio sector del Movimiento de Mujeres  por la igualdad de Derechos y de las Mujeres Socialistas dejaron a un lado sus reivindicaciones Feministas y Pacifistas al estallar la guerra, de tal manera que se produjo una escisión de los sectores Feministas Pacifistas  que, aunque minoritarios, fueron enormemente activos. En concreto, en Inglaterra, la mayoría de militantes de las 2 grandes organizaciones sufragistas, la Unión Social y Política de Mujeres (WSPU) y la Unión Nacional de Sociedades por el Voto de las Mujeres (NUWSS) apoyaron activamente a su gobierno en la participación en la guerra y esto tuvo como consecuencia que en la primavera de 1915 casi todas las representaciones nacionales de la NUWSS dimitiesen para formar un grupo Pacifista.
Poco antes, en los últimos días del verano de 1914, antes de que Gran Bretaña entrara en guerra con Alemania, la campana a favor de la Neutralidad se había extendido por todo el país. Entre los grupos que pedían al Gobierno Liberal que se hiciese todo lo posible para evitar los horrores de la guerra, se hallaba la Alianza Internacional por el Voto de la Mujer. El 31 de Julio, las representantes de la Alianza entregaron un manifiesto al Ministro de Relaciones Exteriores y a las embajadas extranjeras de Londres. Lo firmaban la señora Fawcett y Chrystal Macmillan en nombre de 12 millones de mujeres de 27 países, y en él se recogían palabras como las siguientes:

              “Las Mujeres del Mundo vemos con disgusto y aprensión la presente situación
                de Europa, que amenaza a todo un continente, e incluso al Mundo entero, con
                los desastres y horrores de la guerra. En esta hora terrible, en la que el destino
                de Europa depende de unas decisiones sobre las que las Mujeres no podemos
                influir, y conscientes de nuestras responsabilidades como madres de la raza,
                no podemos permanecer al margen pasivamente. Auque carecemos de Poder
                Político, hacemos un llamamiento a los gobiernos y a las fuerzas en el Poder
                de nuestros respectivos países para que eviten este amenazador desastre sin
                precedentes (……). Nosotras, Mujeres de 26 países (…) pedimos que no se
                rechace ningún método de Conciliación o Arbitraje que pueda contribuir a
                solucionar las diferencias internacionales y evitar que la mitad del Mundo
                Civilizado se sumerja en un baño de sangre”.

Al día siguiente de de la entrega de este Manifiesto, Alemania declaró la guerra a Rusia.
Emmeline Pethick-Lawrence, destacada Sufragista de la WSPU, abandonó la organización y comenzó en Estados Unidos una campaña por la Paz. En Nueva York contribuyó a la formación del Partido de Mujeres por la Paz. En Alemania, los Sufragistas Lida Gustava Heymann y Anita Augsberg convocaron un encuentro internacional de Mujeres Europeas para luchar por la Paz, y sobre todo, las socialistas internacionalistas Clara Zetkin y Rosa Luxemburg apostaron por el Pacifismo enfrentándose a su propia organización, el Partido Socialdemócrata Alemán que acabó votando a favor de los créditos de guerra.
Fuer por tanto el contexto de la 1ra. Guerra Mundial (1914-1918) el que generó la celebración Europea de 2 Congresos diferentes de Mujeres Pacifistas, ambos en 1915: el Congreso de Mujeres Socialistas Internacionalistas, liderado por Clara Zetkin, celebrado en Berna en marzo, y el Congreso Internacional de Mujeres, celebrado en La Haya en abril. En ambos, las Mujeres Feministas y Socialistas pidieron que se presionase por parte de los grupos de Mujeres sobre sus respectivos gobiernos para conseguir la Paz. El Congreso Internacional de Mujeres, de La Haya, liderado por la Sufragista y Pacifista holandesa Aleta Kacobs por Jane Addams, respectivamente, lograron una amplia respuesta y consiguieron reunir más de 1000 Mujeres delegadas.
Las Sufragistas alemanas se mostraron especialmente entusiastas y muchas de ellas salieron para La Haya, pero fueron detenidas en la frontera y 28 pudieron pasar. No asistió ninguna Mujer francesa ni rusa por causa de las condiciones bélicas pero, en cambio, Gran Bretaña reunió una delegación de unas 180 Mujeres deseosas de cruzar la barrera militar, pero el Gobierno Británico pidió informes  sobre ellas y denegó casi todos los pasaportes, y sólo 2 docenas de Mujeres lo consiguieron. Estos Congresos simbólicos e históricos tomaron resoluciones que sentaron las bases de un Movimiento Internacional de Mujeres por la Paz. En ellas se reflejaba el compromiso contraído para seguir impulsando tanto la campaña a favor del voto de la Mujer, como la búsqueda de medios Pacíficos para solucionar las disputas internacionales mediante la creación de mecanismos de Arbitraje Internacional donde deberían ser escuchadas las voces de las Mujeres.
En concreto, en el Congreso de La Haya se acordó nombrar delegados que llevasen el mensaje contenido en las resoluciones a los gobernantes de los países beligerantes, a los de los países neutrales de Europa y al Presidente de los Estados Unidos, de tal manera que estas delegadas se entrevistaron con los Ministros de Asuntos Exteriores y Jane Addams se reunió en Washington con el Presidente Wilson, que declaró que las Resoluciones del Congreso parecían “con mucho, la mejor fórmula propuesta hasta el momento”. Aunque finalmente ningún gobierno puso en práctica la propuesta de convocar una CONFERENCIA DE NACIONES NEUTRALES MEDIADORAS, y las asistentes al Congreso de La Haya fueron acusadas reiteradamente de falta de patriotismo. Durante la guerra, las Mujeres Pacifistas que vivían en las Naciones beligerantes fueron perseguidas  y sometidas a vigilancia policial, de tal manera que por ejemplo en Francia la Feminista Socialista Louise Saumoneau fue condenada a prisión por distribuir el Manifiesto redactado por el Congreso de Mujeres Socialistas de Berna;  y Hélene Brion, una maestra Pacifista, fue acusada de traición, y se la incapacitó para ejercer la docencia por distribuir panfletos pacifistas en 1918. Durante su juicio, ella relacionó Feminismo y Pacifismo declarando:
                             
               “Soy enemiga de la guerra porque soy Feminista. La guerra representa el
                 triunfo de la fuerza bruta, mientras que el Feminismo sólo puede triunfar por
                 por medio de la fuerza moral y los valores intelectuales. Entre ambos (la
                 guerra y el Feminismo) hay una contradicción total”.

A partir del Congreso de La Haya se creo la LIGA INTERNACIONAL POR LA PAZ Y LA LIBERTAD, que se extendió rápidamente por diferentes países europeos, y cuyo espíritu se trasluce en su primer informe anual en el que se proclamaban la urgencia de unir dos movimientos que se sentían vitalmente vinculados: el MOVIMIENTO FEMINISTA  y el MOVIMIENTO PACIFISTA. En Gran Bretaña, paralelamente a las actividades de la Liga, también muchas Mujeres integradas en el movimiento socialista se oponían al militarismo y rechazaban el servicio militar: una de sus campañas fue la “Cruzada de las Mujeres por la Paz”, iniciada desde los primeros momentos de la guerra, que tuvo mayor auge en 1917-1918 y que agrupó a Mujeres anti-belicistas a nivel popular y de base, vinculadas al laborismo. En sus actividades colaboraron con la Liga Internacional de Mujeres por la Paz, consiguiendo una mayor implantación en poblaciones industriales alejadas de Londres, que en algunos casos eran demasiado pequeñas para tener una sección de la Liga. La Cruzada de Mujeres por la Paz tuvo una buena acogida entre las Mujeres trabajadoras que querían que se acabase la guerra, pero también recibió feroces ataques: se importunaba a las seguidores del grupo y, en Manchester, la policía prohibió la celebración de una concentración en Stevenson Square, tradicional lugar de reunión de la ciudad.
Después de 1918 y en la Europa de entreguerras en unos años en que las Mujeres Sufragistas comenzaron  a ver convertirse en realidad la obtención del voto, y muchas se integraron en los partidos políticos, saliendo en algunas casos elegidas concejalas o diputadas, se consolidaron las vinculaciones entre FEMINISMO y PACIFISMO. Muchas Mujeres continuaron defendiendo el Internacionalismo, la Paz y la No violencia, como por ejemplo la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, que se reunió de nuevo en 1919, y siguió desarrollando actividades a favor de la NO VIOLENCIA. En concreto, su sección británica al finalizar la guerra contaba con 4.000 Mujeres pertenecientes a 50 grupos diferentes y con una fuerte implantación en Manchester, ciudad donde el socialismo y la lucha por el voto de las mujeres habían ido de la mano durante largo tiempo.

PAZ POSITIVA
Así, puede decirse que a raíz de las grandes movilizaciones de Mujeres antes y durante la 1ra. Guerra Mundial comenzó a manifestarse de una forma amplia, en movimientos y foros de alcance internacional, una reflexión Feminista en la que desde la reivindicación de la igualdad de género, de los Derechos Humanos para las Mujeres y de la Justicia Social se fue reelaborando el concepto de Paz. Así, iría concretándose posteriormente, por ejemplo, en el concepto de “Paz Positiva” en el que se incluyen los Derechos de las Mujeres y los Objetivos Sociales y Culturales del Movimiento Feminista, particularmente la crítica y la oposición a las formas de violencia derivada de las relaciones patriarcales y de género. Concepto Feminista de Paz que se ha recogido de forma sintética, en la frase: “Ni guerra que nos destruya ni Paz que nos oprima”.

EN LOS AÑOS 20 Y 30 DEL SIGLO XX
La ascensión de los fascismos, caracterizados particularmente por su violencia, sexismo y racismo, generaría la aparición y desarrollo dentro de los Movimientos Feministas y de Mujeres de una clara toma de postura antifascista, al tiempo que Pacifista. Hay que hacer referencia en este sentido al Congreso de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo que se convocó en París en julio de 1934; y que daría lugar también en España a la aparición de un grupo de Mujeres con el mismo nombre –Mujeres contra la Guerra y el Fascismo- del que surgiría poco después la Asociación de Mujeres Antifascistas (AMA), una de las primeras organizaciones masivas de Mujeres existente en España y que jugaría un importante papel durante la guerra civil.

ENTRE LAS VINCULACIONES ENTRE PACIFISMO, FEMINISMO Y ANTIFASCISMO DURANTE LOS AÑOS 30 ES ESPECIALMENTE SIGNIFICATIVA LA FIGURA DE VIRGINIA WOOLF CON SU LIBRO
TRES GUINEAS, PUBLICADO EN 1938
Cuando Woolf vio que la 2da. Guerra Mundial era inminente tras la invasión de Hitler de las tierras del Rhin, escribió este largo ensayo como respuesta a la pregunta:”¿Cómo cree usted que podemos evitar la guerra?”. Para Virginia Woolf, la respuesta estaba en el rechazo al fascismo y a los tradicionales valores masculinos y bélicos que aquél glorificaba, frente a los que creo una alternativa Feminista Pacifista. Para ella, el Feminismo era un camino hacia la Paz, estableciendo una clara relación entre Pacifismo, Feminismo y Antifascismo, y afirmaba que Hitler establecía una relación del mismo tipo cuando distinguía entre “una Nación de Pacifistas y una Nación de Hombres”. Así, la base de TRES GUINEAS es la propuesta de que las Mujeres, “anónima y secretamente”, se dediquen a subvertir y a transformar la Sociedad controlada por el hombre, la guerra y el capitalismo.
Cuando comenzó la 2da. Guerra Mundial, muchas organizaciones de Mujeres y Grupos Pacifistas se opusieron a ella, pero la realidad de la contienda terminó con estas protestas, y para las Feministas, socialistas y Pacifistas significaron el exilio, la carcel y la muerte. El avance del nazismo minó la Fe antimilitarista del 1er. contingente de Mujeres que crearon la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad; sin embargo, esta organización todavía existe y figuró, por ejemplo, entre los Grupos que presionaron a favor de la Declaración de la 1ra. Sesión Especial sobre Desarme de las Naciones Unidas en 1978.

EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX
Numerosas Feministas se han movilizado activamente en favor de los Derechos Humanos y del Desarme, y en contra de conflictos armados como los de Vietnam, Irlanda del Norte, la guerra del Golfo o la guerra en la ex Yugoslavia. En este último caso, hay que destacar el Movimiento Internacional de Mujeres por la Paz y Mujeres de Negro generado a partir de la aparición en Belgrado de MUJERES DE NEGRO en octubre de 1991, como organización Feminista Pacifista que desde esa fecha ha estado presente en las calles de Belgrado protestando contra la ideología nacional-militarista y la guerra.

FINALMENTE, DESDE EL AÑO 2000
La organización de la denominada Marcha Mundial de las Mujeres que agrupa a miles de Mujeres de organizaciones Feministas de todo el Mundo, ha recogido entre sus reivindicaciones la demanda de la Paz y el Desarme, la rebaja de los gastos militares y la prohibición de venta de armas; y, por otro lado, se plantea de forma específica la lucha contra la violencia de género.

Véase también: Ecofeminismo. Feminismo. Pacifismo. Mujeres de Negro.  

                “Mario López Martinez dice: Poder Pacifista: … es un Proceso Histórico y
                  Político de Empoderamiento… potenciando y fortaleciendo el tejido social,
                  los debates públicos, la participación en la toma de decisiones,
                  la profundización en la Democracia.  
                  Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz.(eds.)”

                 

 

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Trabajo Donado al Centro de Investigación para la Paz.

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