Conducido por el Abogado Raúl Arce,  siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional,  Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Sr. Fredy Eiman,  Srta. Francisca Ortiz,  Prof. Rubén Darío Borda,  y  Magíster  Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Jainismo.

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autora de la Voz: Beatriz Molina Rueda.

¿QUÉ ES EL JAINISMO?
El Jainismo, que actualmente cuenta con una notable Comunidad de seguidores en la India, es una Tradición Religiosa –pero también Social, Filosófica y Ética- que tiene su base en algunos Movimientos del Hinduismo Brahmánico del Siglo VIII a.C.

¿CUÁL ES LA DIMENSIÓN DEL JAINISMO?
Además de la Dimensión Religioso y Ritual, el Jainismo posee una Dimensión Social y Ética, al tiempo que incluye unos Presupuestos Filosóficos, de modo que, más que de una Religión en sentido estricto, se trata de una Dimensión Humana, Social y Cultural, una Dinámica y un modo particular de la Civilización Hindú. Así pues, no podría considerarse una Religión al modo de las Occidentales Monoteístas, en el sentido de una creencia en Dios, una revelación, una doctrina y unas normas fijas encauzadas por unas Instituciones; tampoco existe una Iglesia ni un dogma inmutable, por lo que no puede propiamente hablarse de ortodoxia, heterodoxia o herejía en el Jainismo.

¿CUÁL ES EL ORIGEN DEL JAINISMO?
En su Origen, el Jainismo debió ser un componente más de la Cultura Ascética del Norte de la India, encauzado a través de un pequeño grupo que, con el paso del tiempo, iría tomando conciencia de su originalidad y marcando, paulatinamente, sus diferencias con otros grupos Religiosos.
Las primeras referencias sobre la Historia de esta Tradición Religiosa giran en torno a la figura de MAHAVIRA (“el Victorioso”), considerado el último JINA (“vencedor”) y el Maestro por antonomasia para los Jainistas.
En el Siglo VI a.C. Mahavira restaura y reforma uno de aquellos Movimientos Brahamánicos, que a partir de aquí conoce una importante difusión. Sin embargo, y a pesar de la gran importancia de este Personaje, la tradición Jainista no se debe a un único Fundador, sino que posiblemente se iría conformando, como la Tradición Védica o el Hinduismo, en torno a una serie de Maestros Carismáticos, prácticas y Doctrinas Religiosas; así Mahavira sería sólo un eslabón más en una cadena de iluminados que aparecen periódicamente y predican la misma Doctrina. En este Proceso Asimilativo, el Jainismo tendió a asociarse e identificarse, desde sus inicios, con una serie de enseñanzas comunes entre los sabios del Norte de la India, cuya meta última es la liberación o salvación Espiritual.

MAHAVIRA
Aunque la existencia real de Mahavira está fuera de toda duda, se trata de un Personaje en el que convergen el Mito y la Historia, reflejados en una amplísima literatura que constituye la base documental para el Conocimiento del Jainismo.
Según estas fuentes, durante la Primera Etapa de su vida llevó a cabo una actividad ascética, para pasar posteriormente a la Predicación, que desarrolló durante 30 años, hasta su muerte en el 527 a.C.
Su biografía mística –como la de Buda o la de otros Maestros del Hinduismo- responde a un Modelo que es recurrente en el Pensamiento Hindú: cinco acontecimientos en sus vidas (la concepción, el nacimiento, la renuncia, la iluminación, la muerte y liberación) que constituyen en sí mismos una estructura sagrada simbólica, a la que todo Jainista debe tender. Pero además de estas connotaciones sagradas simbólicas, las fuentes biográficas resaltan el Carácter Humano de Mahavira, que se nos presenta como el Hombre, el Sabio que en tiempos históricos impulso el Jainismo.
La labor y la predicación de Mahavira, está basada en una serie de enseñanzas practicas, más que en la Construcción de un Sistema Doctrinal o Filosófico.

PRINCIPIOS DEL JAINISMO
 Estas Enseñanzas Prácticas, dirigidas a una total liberación de la acción, giran en torno a los siguientes Principios:

1. La renuncia y la austeridad, dentro de una vía ascética rigurosa que incluía constante restricciones en la práctica cotidiana, como el ayuno y la mortificación.
2. El rechazo de los Conceptos de Apego, Posesión y Violencia, que son las causas de toda actividad que nos ata a este Mundo.

El Apego es la causa esencial de toda actitud violenta, por eso el no violentar a los numerosos seres vivos que habitan el Cosmos pasa inevitablemente por el Desapego y la renuncia al Mundo.

1. El Control y el Cuidado para evitar, por descuido o negligencia, castigar o dañar el entorno. Este riguroso cuidado por no dañar a ningún ser, visible o invisible, del planeta puede llegar a generar una tendencia a la inanición total, a la ataraxia, que ha sido considerada como negativa.
2. La Noviolencia (AHIMSA), o ausencia de voluntad de matar, que constituye la esencia del mensaje Jainista y que abarca todas las Dimensiones de la Vida: la Ética, la Filosofía, el Arte, la Lógica, la Dieta, etc..

La AHIMSA es un Concepto que remite al Ritual Védico; por tanto no se trata de una aportación original del Jainismo o el Budismo, sino que sería un Valor Cultural Compartido por la Antigua India, que el Jainismo llevó a sus últimas consecuencias haciendo de ellas su Virtud Ética Primordial.
La Práctica de la Noviolencia se asienta en la Compasión, en la consideración de que toda vida es Sagrada y que matar a otra vida es destruir a un igual. Una de las Consecuencias Lógicas de la AHIMSA es el Vegetarismo, que los Jainistas practican de una manera estricta.

Sobre estos Principios se establece una Organización y unas Reglas, que siguen siendo la Base de la Comunidad Ascética Jainista., y de las que arranca la Cosmología, la Visión del Mundo del Jainismo.

¿CUÁLES SON VOTOS QUE DEBE RESPETAR EL ASCETA JAINISTA?
Esta Cosmología puede resumirse en los 5 Grandes Votos (MAHAVRATAS) que el Asceta Jainista debe respetar de forma escrita:
1.- LA NOVIOLENCIA: basada en procurar por todos los medios evitar causar daño al mayor número posible de Seres Vivos. El Cultivo de la Noviolencia supone cultivar el no-odio, la no-agresividad, el no herir, el no dañar, etc., con objeto de purificarse y detener el influjo de KARMA.
2.- LA VERACIDAD: consiste en abstenerse de toda mentira y decir siempre la Verdad, lo que conlleva no ser vanidoso y Cultivar la benevolencia, la moderación, la dulzura y el respeto.
3.- LA NO POSESIÓN: un estado de pobreza absoluta, en el que el Asceta sólo debe poseer un escaso número de objetos materiales imprescindibles, y aun éstos no son de su propiedad. Con ese Voto se combate la codicia y el egoísmo, principales causas de la violencia en el Mundo. Pero la No Posesión va más allá de las propiedades materiales, para llegar a desposeerse de la idea misma de “yo”, que es el agente capaz de codiciar y poseer.
4.- EL NO ROBAR: significa la purificación de la Codicia y la Avaricia que toda intención de robar conlleva, y está relacionado con la no posesión.
5.- LA CASTIDAD: además de la prohibición del acto sexual, que es el símbolo de la pasión y el deseo, este voto supone abstenerse de todo cuanto pueda provocar tentación, como contemplar a una mujer, atender a provocaciones, como contemplar a una mujer, atender a provocaciones, utilizar vestidos poco modestos, joyas o perfumes, etc.

¿QUÉ CONLLEVA LOS 5 GRANDES VOTOS?
La práctica de los 5 Grandes Votos conlleva

1. una Ética,
2. un Estilo de Vida que consiste en una disposición permanente a mostrar Benevolencia y Amor hacia los demás Seres,
3. a No ser Agresivo con los que insultan,
4. a Compartir la Alegría,
5. a Mostrar Simpatía y Compasión,
6. a Ayudar a los que sufren,
7. etc.

¿CUÁLES HAN SIDO LAS 2 TENDENCIAS DE LA COMUNIDAD JAINISTA?
Tras la muerte de Mahavira, la Comunidad Jainista queda esbozada en Dos Tendencias o Ramas Fundamentales: los ASCETAS y los LAICOS, ambos divididos a su vez en comunidades de Hombres y Mujeres.
Inicialmente el Jainismo, al igual que el Budismo, se organizó alrededor de los ASCETAS – lo cual no significa que existiera una Comunidad de Monjes ni una Jerarquía Monástica- constituyendo probablemente un Movimiento exclusivamente Ascético y bastante marginal.
Sin embargo, pronto dejaría de ser una Religión exclusiva de Ascetas para dar cabida a la figura del LAICO, que se fue fortaleciendo hasta alcanzar un notable desarrollo de las Comunidades Laicas ya en los Siglos II – I a.C.. Por otra parte, hacia los Siglos IV – III a. C., se había producido dentro del Jainismo una escisión, que las fuentes hacen coincidir con los desplazamientos en busca de medios de subsistencia provocados por una gran sequía. El hecho es que en esta época aparecen Dos Tendencias o Corrientes que se irán desarrollando en paralelo y enraizándose en las respectivas Subculturas Locales: la llamada SVETAMBARA, en el Norte y la DIGAMBARA, en el Sur.

¿A QUÉ SE DEBE EL ÉXITO DEL JAINISMO?
El Jainismo se abrió camino con bastante rapidez y éxito. A ello contribuirían, aparte de su CARÁCTER UNIVERSALISTA y sus PRINCIPIOS ÉTICOS, diversos acontecimientos de orden Social y Político; así, por ejemplo, hacia los Siglos III – II a.C. , en que el Jainismo conoció una gran expansión por la zona del valle del Ganges, Jainistas y Budistas establecieron alianzas con algunos Reyes para contrarrestar el Poder e influencia del aparato Brahmánico.
En este contexto recibieron el apoyo de algunas Monarquías, como es el caso de la Dinastía de los Maurya cuyos Reyes fueron benefactores del Jainismo. El hecho es que, convertido en una tradición bastante estructurada, adquirió un Cariz Universalista que, en opinión de algunos, podría explicarse por el alcance Social que pudo tener el Mensaje Jainista dentro de la Sociedad de Castas de la India:

“LA SALVACIÓN ES UNA CUALIDAD ADQUIRIDA POR EL CONOCIMIENTO, de modo que todo el Mundo, al margen de su Origen Social o de su Sexo, podía Aspirar a la Liberación al ingresar en la Orden Jaina, donde se pierde cualquier rango Social o Espiritual convirtiéndose todos en iguales”.

HISTORIA DEL JAINISMO
En el transcurso de la Historia y bajo la influencia de factores Sociales, Económicos y Políticos, el Jainismo se iría desplazando desde el Norte de la India hacia otras zonas como el Centro, la Región de Deccan, el Sur y la Zona Noroccidental.
La época de mayor esplendor de la Comunidad Jainista se sitúa entre los Siglos V y XII, época que coincide con un mayor desarrollo de la Comunidad Laica, cuyas exigencias alteraron muchas de las premisas del Antiguo Jainismo. A partir de los Siglos XII – XIII el Jainismo experimenta un notable estancamiento, y a principios del XVI presentaba ya una distribución Social y Geográfica muy similar a la de hoy día.

Actualmente la gran mayoría de los Jainistas se encuentran en la India calculándose su número en uno 4.000.000, si bien las estadísticas fluctúan elevando la cifra en algunos casos, hasta 7.000.000. En cualquier caso, se trata de una proporción escasa dentro del conjunto de la población y de las tradiciones religiosas Indias; sin embargo, pese a su reducido número, la Comunidad Jainista es bastante influyente en la Sociedad India, en la que tiene un importante peso económico, practicando profesiones urbanas como la Industria, la Banca, la Administración, la Jurisprudencia o, sobre todo, el Comercio. La elección de este tipo de profesiones, que en principio pueden parecer contradictorias con algunos de los Principios del Jainismo, está regulada por la ÉTICA DE LA NOVIOLENCIA.

Hasta el Siglo XIX el Jainismo estuvo localizado, salvo muy escasas excepciones, dentro de las fronteras de la India. A lo largo de este Siglo y en el siguiente se producen, por diversos motivos, una serie de migraciones que hacen desplazarse a algunos Jainistas hacia otros Continentes. Así actualmente se encuentran unos 100.000 Jainistas en África, y en menor número en Europa –sobre todo en el Reino Unido- y Estados Unidos. Estas Comunidades Europeas y Americanas no escapan a la contradicción de si adaptarse o no, y cómo hacerlo, a los modos de vida Occidentales.

UNO DE LOS ASPECTOS A SEÑALAR EN EL JAINISMO ES SU CAPACIDAD DE RELACIONARSE PACÍFICAMENTE CON OTRAS CULTURAS Y CIVILIZACIONES
En efecto, sin ignorar las rivalidades o enfrentamientos que en ocasiones han existido, lo cierto es que la Interacción del Jainismo con otras Tradiciones Religiosas, como el Budismo, el Hinduismo o incluso el Islam, ha sido constante a lo largo de la Historia. Se trata de una Actitud que sin duda está relacionada con la tendencia y capacidad de las tradiciones Índicas en general a adaptarse y asimilar elementos de los Grupos vecinos, lo que hace que en el Sur de Asía las fronteras Religiosas sean muy difusas. Pero de todas las Tradiciones con las que el Jainismo ha mantenido contacto, sin duda los mayores puntos de unión los establece con el Hinduismo, con el que desde su Origen ha tenido continuas interacciones y ósmosis. Esto hace que el Jainismo actualmente aparezca como muy próximo al Hinduismo, siendo escasas las diferencias Sociológicas entre ambos.
Se puede decir que ambas Comunidades están entrelazadas, lo que no impide que los Jainistas se identifiquen a sí mismos como un Grupo Religioso distinto del Hinduismo (desde rituales a patrones de conducta o símbolos ascéticos), la diferencia esencial está en que en el Jainismo todos estos elementos están enfocados y regulados desde el PRINCIPIO DE LA NO VIOLENCIA, que es su principal seña de identidad.

Véase también: Ahimsa, Budismo, Hinduismo, Noviolencia.       

 “Si lo que queremos es incidir en la Regulación y Prevención Pacífica de los Conflictos, ganaremos en eficacia si conocemos lo mejor posible todas las circunstancias de los mismos. En 1er. lugar, si lo reconocemos como una condición humana gracias a la cual POSEEMOS UN ENORME POTENCIAL PARA REGULARLOS PACÍFICAMENTE, en 2do.lugar si CONOCEMOS SUS DINÁMICAS y en 3er. lugar si disponemos de UNA BUENA “CAJA DE HERRAMIENTAS” PARA HACER PROPUESTAS DE REGULACIÓN PACÍFICA.”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz. (eds.).