Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo
acompañado por los integrantes del Centro de Investigación
para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica
Nacional, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí
Garay, Odontóloga Emy Arduña, Abogada Teresita Abelenda,
Prof. Rubén Darío Borda, y Magíster Miguel
Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Guerra de las Galaxias
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos
de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario
López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la
Universidad de Granada, España, autor de la Voz: José
Ángel Ruiz Jiménez.
¿QUÉ ES LA GUERRA DE LAS GALAXIAS?
Se conoce como Guerra de las Galaxias al Proyecto Estadounidense
Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE), consiste en el
Desarrollo de un Escudo Antimisiles para los E.E.U.U. ante un
posible ataque con armas nucleares.
¿EN QUÉ ÉPOCA FUE CONCEBIDO
EL PROYECTO IDE?
La IDE, concebida durante la Administración Reagan (1981-1989),
estaba originalmente diseñada para interceptar los misiles
enemigos antes de que alcanzaran sus blancos mediante el uso de
rayos láser proyectados sobre satélites especiales.
Esta iniciativa sería prácticamente abandonada tras
el fin de la Guerra Fría para ser retomada más tarde
durante el Gobierno de W. Clinton (1993-2001).
El Proyecto IDE comenzó a gestarse cuando el Presidente
de los E.E.U.U. Ronald Reagan, sorprendió incluso al Pentágono
y a muchos de sus más cercanos colaboradores, ofreció
un discurso el 23 de Marzo de 1983 en el que describía
la imagen de satélites espaciales que derribaban misiles
en pleno vuelo mediante rayos láser. La Guerra de las Galaxias
había sido un éxito comercial hacía pocos
años, lo que inspiró al Senador Kennedy el término
“Guerra de las Galaxias” para referirse al Proyecto,
debido sobre todo a su coste económico e imaginativa concepción.
Cuatro días después del discurso de Reagan, el Secretario
de Defensa Caspar Weimberger afirmó que la Tecnología
de los E.E.U.U. podía lograr cualquier cosa que pidiese
su Presidente, comparando la IDE con el viaje a la luna que asombró
al Mundo respondiendo a los deseos del Presidente J.F. Kennedy.
¿QUIÉNES ERAN LAS PERSONAS QUE
INFLUÍAN SOBRE
EL PRESIDENTE REAGAN?
Dos personas influirían notablemente en el Presidente Reagan
para que aconteciera el Proyecto: EDWARD TELLER, húngaro
de nacimiento, reputado anticomunista que abandonó Alemania
durante los años 30 para participar en el Proyecto Manhattan
y desarrollar la primera bomba de hidrógeno, el General
GRAHAM, quien fundó un lobby público llamado High
Frontier –directo representante de los intereses de las
Empresas Aeronáuticas y de alta tecnología, quienes
debían lograr los contratos por nuevas armas de última
generación-. Curiosamente, en una declaración en
apariencia contradictoria con la IDE, Caspar Weimberger afirmó
en Diciembre de 1983 –como lo hizo E. Teller en 1962- que
la disuasión nuclear era la base de la Paz y la U.R.S.S.
no debía desarrollar su propio sistema de defensa antimisiles
balísticos, pues entonces se rompería el equilibrio
y no habría más remedio para los E.E.U.U. que la
rendición o el suicidio.
¿CUÁL ERA LA BASE DEL IDE?
La base del IDE era el Concepto de Disuasión.
Éste se basaba en la Doctrina de la destrucción
mutua asegurada, que confiaba en disuadir a la Unión Soviética
de realizar una agresión nuclear por miedo a un ataque
de respuesta masivo desde E.E.U.U. y viceversa. La IDE debía
inutilizar cualquier ofensiva nuclear interceptando los misiles
a gran altura desde Satélites Espaciales y Bases Terrestres
mediante el uso de Rayos Láser, haces de partículas
subatómicas y proyectiles guiados por computadora, todo
ello bajo el control de un superordenador y formando parte de
una Red de Sensores y Espejos emplazados en el Espacio. Por consiguiente,
el éxito de la IDE traería consigo el fin de la
disuasión y se traduciría en una situación
de ventaja para los E.E.U.U., que podrían realizar ataques
sin miedo a represalias nucleares por parte de sus enemigos.
La Administración Reagan explotó muy satisfactoriamente
el Proyecto IDE pese a sus modestos resultados. Por una parte,
planteaba una Estrategia Defensiva cuya retórica hablaba
de de “destruir misiles y no vidas”, algo que contribuyo
muy positivamente en la campaña electoral republicana de
1984, tras la que Ronald Reagan resultó reelegido.. Además,
los dividendos propagandísticos de tan descomunal proyecto
defensivo, resultaron muy útiles para debilitar el poderoso
Movimiento Estadounidense pro-desarme FREEZE pues se afirmaba
que al inutilizarse la destrucción mutua asegurada sería
más sencillo iniciar políticas de desarme significativas.
No obstante, el efecto propagandístico del IDE buscaba
especialmente influir en la Unión Soviética, pues
su retraso Tecnológico respecto a los E.E.U.U. –quedaban
lejos los éxitos del Sputnik y Gagarín- y su crisis
económica quedaron al descubierto ante la incapacidad de
la U.R.S.S. para responder a un desafío de tal magnitud.
CRITICAS AL PROYECTO GUERRA DE LAS GALAXIAS
Por otra parte, la Guerra de las Galaxias fue duramente contestada
desde la Comunidad Militar, Política, Científica
e Intelectual Internacional.
- Desde un punto de vista Científico-Militar, el Proyecto
ofrecía dificultades casi insuperables: los Satélites
Espaciales resultaban muy vulnerables a un ataque debido a su
sensibilidad –explosiones cercanas podían causarles
serios daños-, por su predecible posición, porque
eran difíciles de reemplazar, porque tenían enlaces
y sistemas de comunicación en tierra que podían
ser destruidos, porque los sistemas de defensa podían cegarse
y saturarse ante ataques masivos y, sobre todo, porque el sistema
era absolutamente inútil en caso de sufrir ataques con
misiles de crucero u otros lanzados desde submarinos o aviones
a baja altura, por citar los supuestos más considerados.
Existía además el peligro de que la U.R.S.S. u otra
potencia enemiga sintiese la tentación de atacar por temor
los escudos antimisiles.
- La Comunidad Científica Internacional ofreció
también destacadas muestras de desafección al Proyecto
IDE. Así por ejemplo, William E. Borrows, Director del
Programa de Ciencia y Medio Ambiente de la Universidad de Nueva
York, consideraba que si la U.R.S.S. desarrollaba un sistema paralelo
a la IDE la tierra terminaría convirtiéndose en
una gigantesca bomba en órbita; en Abril de 1985, la Universidad
de Stanfort y el Instituto de Tecnología de California
rechazaron la oferta de participar en la Investigación
para el Desarrollo de un Supercomputador Óptico parte de
la IDE; en Junio del mismo año, el entonces Vicepresidente
George Bush encontró en su visita a Londres una petición
firmada por 77 expertos en computadores británicos en las
que rechazaban participar en las Investigaciones del Sistema IDE,
al que consideraban “imposible de diseñar, imposible
de construir e imposible de probar”.
- Aún más destacable fue la oposición de
la Comunidad Científica Estadounidense ajena al Pentágono,
evidente cuando la radical Unión de Científicos
Comprometidos organizó un movimiento de expertos contrarios
a la IDE que encontró el apoyo del grueso de la Federación
de Científicos Americanos. Finalmente, cabe destacar una
carta publicada el 2 de Enero de 1985 en el WALL STREET JOURNAL
del Premio Nobel en física Hans A. Bethe, junto a cinco
destacadísimo colegas –Carl Sagan, Richard L. Darwin,
Kurt Gottfried, Henry W. Kendall y Victor Weiskopf-, quienes confirmaron
los inconvenientes Científico-Militares antes citados y
declararon su profundo escepticismo respecto a la IDE, Isaac Asimos
y otros Premios Nobel en Física Estadounidenses afirmaron
también que la IDE, tal y como se había diseñado,
era técnicamente irrealizable. El Gobierno de los E.E.U.U.
tuvo que rendirse a la evidencia de que e el mejor de los casos
quedarían PEQUEÑAS APERTURAS en el Escudo, que en
la práctica podrían permitir la destrucción
de gran parte de la estructura urbana y de la población.
A consecuencia de lo anterior se habló desde 1985 de una
SEGUNDA concepción de la Guerra de las Galaxias, cuya finalidad
se centraría en proteger los silos de misiles y centros
de dirección militar Estadounidenses más que a los
Ciudadanos.
- Desde un punto de vista Político, la consecuencia negativa
más destacable de la IDE era que suponía la violación
de los Acuerdos ABM con la U.R.S.S. de 1972 –el mayor logro
en materia de Negociaciones de desarme conseguido hasta entonces-,
además de complicar sustancialmente los acuerdos INF sobre
el desmantelamiento de los misiles de las superpotencias en Europa.
Por otra parte, para los países del Tercer Mundo, la IDE
suponía una mayor vulnerabilidad –no se ofrecía
el Escudo Antinuclear a ningún otro país- y marginación
–su miseria contrastaba con la dilapidación de ingentes
sumas en inciertos proyectos espaciales militares-, como dejó
abruptamente de manifiesto RAJIV GANDHI ante el mismísimo
Presidente Reagan cuando fue invitado a los Estados Unidos en
1985, o como denunció formalmente China condenando la militarización
del Espacio. Finalmente, el rechazo de Australia y Canadá
–países con estrechas relaciones políticas
y estratégicas con los E.E.U.U.- a las ofertas para participar
en acuerdos y subcontratas relacionadas con la IDE supuso un varapalo
político añadido.
- Numerosos Intelectuales, entre los que destacaba el Historiador,
Precursor de la NEW LEFT británica y Pacifista, E. P. Thompson,
también mostraron su abierta oposición a la IDE.
Además de llamar la atención sobre los mencionados
inconvenientes militares, políticos y científicos,
destacaban lo absurdo de declarar solemnemente que debía
llevarse a cabo una incierta aventura a un precio extraordinario
para logar un fin –el bloqueo de los misiles del contrario
para forzar acuerdos de desarme-, que podría alcanzarse
al día siguiente y sin coste alguno mediante un acuerdo
racional por ambas partes para reducir o eliminar sus arsenales.
También criticaban el hecho de que tras el Desarrollo de
una Proyecto de dudoso éxito se encontraba la presión
interesada de varias multinacionales del llamado Complejo Militar-Industrial:
el 77% de las Inversiones de la IDE beneficiaban directamente
a 10 Compañías Estadounidenses, estando 7 de ellas
entre los más destacados fabricantes de armas ofensivas
para el Pentágono –Rockwell, Boeing, AVCO, LTV, TRW,
Litton y Lockheed-, siendo las otras McDonnell Douglas, Hughes
Aeroespace y Teledyne, no estando en ningún caso dispuestas
a compartir su Tecnología punta ni siquiera con sus Países
aliados Europeos en la OTAN para evitar su competencia. En relación
a este punto, estos intelectuales denunciaban que la convergencia
entre aventurerismo político e interés industrial
pudiese fácilmente resultar en que se llenara el espacio
de una muy cara e inservible chatarra espacial.
Por último, destacaban que la extensión de la carrera
de armamentos al espacio podría desestabilizar y destruir
los acuerdos de control de armas vigentes y las Negociaciones
en curso intensificado así la superioridad de los E.E.U.U.
en el concierto internacional.
- La caída de la Unión y el fin de la Guerra Fría
se unieron a las muchas dificultades que ofrecía el Proyecto
IDE para su práctico abandono desde 1989.
Años más tardes, la posesión de armas nucleares
por parte de Corea del Norte, China, India y Pakistán,
además de Rusia, junto a la posibilidad de que países
como Irán, Irak y Siria las desarrollaran con éxito
a medio plazo, condujo a que los E.E.U.U. volvieran a plantear
la posibilidad de desplegar un Escudo Antimisiles pese a que ello
supiese violar el tratado ABM. Los más pesimistas consideraron
que al impulsar este Programa Militar se iniciaría una
nueva carrera armamentística con Moscú y Pekín,
destacando a su vez que India y Pakistán tendrían
una excusa perfecta para potenciar sus conocidas aspiraciones.
Véase también: Carrera de armamentos,
Escudos antimisiles.
“…. Nuestro criterio es
que deben promoverse aquellos diseños Tecnológicos
que favorezcan la Paz en el amplio sentido ….. (esto es,
que favorezcan la satisfacción de las Necesidades Humanas
con criterios de Equidad, Universalidad y Sostenibilidad Ambiental)
y que debe impedirse la asignación de Recursos al Desarrollo
de Tecnologías que, de una forma u otra, contribuyan a
la extensión de la violencia en sus distintas formas.”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A.
Muñoz. (eds.).