18 de Octubre de 2005 - 21 hs.
Tema: "Convivencia (2)"


Conducido por el Bioquímico Alberto Sebastián Parera, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional , Abogado Raúl Arce, Odontóloga Emy Orduña, Srta. Anabella Orcola y Magíster Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar.

Tema: Convivencia (2)

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, dirigido por Mario López Martinez.

Continuaremos abordando los Principios que han de respetar los diferentes grupos.

Una tercera condición que se precisa para mantener una convivencia pluralista es cierto grado de IGUALDAD CIVICA. No se trata de un igualitarismo rígido por el cual todo el mundo tuviera que vestir de uniforme, cobrar lo mismo en todos los empleos y consumir exactamente los mismos productos. Se trata más bien de hacer posible que todas las personas y grupos puedan gozar de las libertades básicas anteriormente aludidas. La igualdad básica que se precisa es la igualdad de las libertades reales. Para ello es preciso, ante todo, la igualdad ante la ley, para que nadie pueda abusar impunemente de su libertad a costa de la libertad de los demás.
Al mismo tiempo, se necesita también una cierta igualdad de oportunidades, para garantizar que cualquier persona pueda tener la posibilidad de realizar los proyectos y alcanzar los puestos que su capacidad y su esfuerzo le permitan. Y para ello es necesario que la sociedad disponga los medios de infraestructuras, de medidas educativas, de políticas sanitarias, etc., que sean pertinentes en cada caso. De lo contrario, las libertades mencionadas anteriormente serán papel mojado, puesto que las diferencias en el punto de partida de cada cual (unos con facilidades económicas familiares y otros sin ellas), tenderán a mantenerse y a agrandarse. Si la igualdad de oportunidades no se toma suficientemente en serio, el resultado será que muchos ciudadanos se sentirán marginados y excluidos, con el consiguiente deterioro de las libertades y de la convivencia en general.
Por otra parte, la igualdad implica también una misma posibilidad de acceso de los ciudadanos al empleo y a las prestaciones sociales básicas. La igualdad de acceso es una implicación de la propia igualdad de oportunidades, pero también es un tipo de igualdad específico en la medida en que con ella no se trata sólo de garantizar la igualdad de oportunidades, sino también de reconocer que, incluso en los casos en los que un ciudadano estuviera completamente incapacitado para cooperar con los demás en el florecimiento de la sociedad, todavía se le reconocería la igual dignidad de ser humano, y en consecuencia se le reconocería el mismo derecho que los demás a acceder a prestaciones sociales que a menudo son imprescindibles para la supervivencia.

En cuarto lugar, la convivencia entre grupos diferentes no sería posible sin cultivar el valor de la SOLIDARIDAD CIVICA UNIVERSALISTA. La solidaridad va más allá de la mera cooperación, porque ésta normalmente es una toma y daca en el que cada uno coopera con otros sabiendo que los demás van a cooperar con él, para finalmente obtener un beneficio mutuo. En cambio, la solidaridad es una suerte de altruismo a fondo perdido. La actitud de solidaridad es ayuda gratis, sin esperar nada a cambio y ha de ser universalista, esto es, abierta a todos sin discriminaciones arbitrarias, pues de lo contrario se convierte en corporativismo excluyente. La solidaridad cívica universalista se muestra necesaria para que la igualdad, la libertad responsable y el respeto a los que nos hemos referido anteriormente se puedan realizar sin exclusiones.
La solidaridad cívica universalista se puede ejercer de muchas maneras, tanto individual como socialmente. Y tanto desde la administración pública como desde las múltiples organizaciones solidarias, mal llamadas ONG´s, que la iniciativa ciudadana ha puesto en marcha con objeto de ayudar a las personas en apuros. Lo esencial, en cualquier caso, es que se ponga atención a que se ejerza de modo altruista y universalista, pues de lo contrario se estará cultivando una cosa distinta a la solidaridad.

En quinto y último lugar, la Convivencia Pacífica entre los grupos diferentes exige DIALOGO CIVICO, exige el compromiso de resolver los conflictos a través del diálogo, y no por medio de la violencia. La violencia desata una espiral de resentimientos y venganzas que destruye la convivencia, y, puesto que los conflictos de intereses y los malentendidos son inevitables en la vida cotidiana, el diálogo se convierte en el instrumento idóneo para llevar a cabo el proceso de restauración de la convivencia pacífica. Para ello, el diálogo ha de ser abierto a todos los afectados por el conflicto en cuestión, o por las decisiones que se vayan a tomar.
En el transcurso del mismo se deberían respetar las reglas de juego del diálogo serio, de modo que todos los dialogantes tuviesen las mismas oportunidades de exponer su punto de vista.

En resumen, una Convivencia que merezca ese nombre no puede existir si no se toman en serio, como mínimo, los valores propios de la ETICA CIVICA BASICA: la libertad responsable, la igualdad, la solidaridad, respecto activo y la actitud de diálogo.


"Qué es más íntimo: la fama o el cuerpo?
Qué es más numeroso: el cuerpo o los bienes?
Qué debilita más: la ganancia o la pérdida?
Por este motivo, el amor extremo
incurrirá ciertamente en grandes gastos,
el guardar en abundancia acarreará
ciertamente graves pérdidas.
Conocer lo suficiente es evitar el desprecio.
Saber parar es librarse de los peligros
y ser capaz así de perdurar mucho tiempo."

El Tao de la Paz. El arte de manejar la dinámica de los conflictos.
Wang Chen.

 

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