19 de Julio de 2011 - 21 hs.
Tema: "Paz de Westfalia -1648-."

 

Conducido por el Abogado Raúl Arce,  siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional,  Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Sr. Fredy Eiman,  Srta. Francisca Ortiz,  Lic. Wilma Soledad Trúe,  Prof. Rubén Darío Borda,  y  Magíster  Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Paz de Westfalia -1648-.

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigida por el Dr. Mario López Martinez del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autor de la voz: Eduardo Enríquez del Árbol.

¿QUÉ ES LA PAZ DE WESTFALIA, 1648?
La Paz de Westfalia que puso fin a la terrible Guerra de los 30 años que asoló sobre todo el centro de Europa, fue una Paz muy laborioso, dada, por una parte, la extensión del conflicto y, de otra, el número de participantes en el mismo.
Los esfuerzos del emperador Fernando II para conseguir una Paz general fracasaron. La primera piedra del edificio surgió en Colonia, cuando el Papa Urbano VIII propuso a la corte imperial el reunir un congreso en esa ciudad.
Tras arduas discusiones de procedimiento, Fernando III (1637 – 1675) que había sucedido a su padre en el trono imperial, intentó por medios pacíficos llegar a un arreglo, basándose en la Paz de Praga y teniendo como arma eficaz la amnistía. Las proposiciones que hizo a la Dieta de Ratisbona tenían una condición: la amnistía no podría cubrir los estados protestantes aliados a potencias extranjeras. La Dieta nombro una Diputación que en 1642 se reunió en Frankfurt, pero a los 3 años fue disuelta sin resolver nada. Entretanto y mientras continuaban las operaciones militares, el Congreso de Hamburgo invitaba a los electores a estar representados individualmente. Afortunadamente, tanto en Hamburgo como en Colonia, no cesaban las conversaciones a pesar de languidez con la que continuaban reuniéndose. La proposición que el conde de Avaux hizo en diciembre de 1641, de que se sustituyeran Colonia y Hamburgo por Munster y Osnabruck, 2 ciudades de Westfalia bastante próximas entre sí, pasó a la Dieta de Ratisbona que instó al emperador a que aceptase el cambio. A todos parecía que se simplificarían los problemas si las negociaciones se hacían en lugares separados, entre los que fuera fácil la comunicación.
El tratado preliminar de Hamburgo, de 25 de diciembre, proponía la inauguración de las conferencias de Paz el 25 de marzo de 1643, en Munster y Osnabruck, declaradas ciudades neutrales (extendiendo el emperador los salvoconductos correspondientes). La fecha para el Congreso se fijaba para el 11 de julio de 1643. En Munster, imperiales y franceses, en Osnabruck, imperiales y suecos.
Todas la potencias europeas tomaron asiento en Westfalia, algunas como aliadas de Francia y otras protegidas de esta, a excepción de los reyes de Polonia, Inglaterra y el duque de Moscú, bien entendido que los dos primeros fueron incluidos como aliados del Emperador y de Suecia respectivamente, mientras que el último lo era sólo de Suecia, España y las Provincias Unidas figuraban como aliados del Emperador y de Francia respectivamente.
La Paz, pues, debía pactarse entre el Emperador y sus aliados, por un parte, y los reyes de Francia y Suecia, y sus partidarios, por al otra.
Las cosas se complicaban ente la renuncia del Emperador. Pero la victoria de Breitenfeld precipitó la conformidad: el Emperador y España aceptaron el tratado preliminar de Hamburgo. La reunión, pues, debía empezar en julio de 1643, sin embargo, el Congreso no empezó a trabajar hasta la primavera del 1645.
El primero y mayor obstáculo, que ya se sabía difícil de negociar, eran las satisfacciones que habían de darse a las coronas suecas y francesa. Por su parte, el Emperador había hecho constar que no iba a satisfacerlas, insistiendo en que ellas estaban obligadas por él por haber intervenido de motu propio en Alemania.
Las propuestas de Francia y Suecia fueron discutidas en ambas ciudades y aprobadas desde el 1 de junio de 1645 a 24 de octubre de 1648. Las deliberaciones sobre las quejas motivadas por CUESTIONES RELIGIOSAS ocuparon gran parte del tiempo (febrero de 1648 a marzo 1648).
Suecia recibió la Pomerania occidental, el ducado de Bremen y el obispado de Verden y tendría voto en adelante, en la Dieta Imperial; Francia se quedaría con los 3 obispados de Metz, Toul y Verdun de los que había estado en posesión desde hacia un siglo; también la soberanía sobre Pinerolo en el Piamonte, el landgraviato de Alsacia, Sundgau y la prefectura de Breisach y de Philipsburg; el elector de Brandeburgo, el principal perjudicado, fue en parte compensado al igual que el duque de Meklemburgo-Schwerin; otras cuestiones menores pudieron solventarse (Osnabruck, Hesse, Julich,-Cleves, Berg).
Se reconocieron la independencia de Suiza y de la República de las Provincias Unidas.
La AMNISTIA GENERAL e ilimitada se remontaba a 1618 y se extiende a todos los príncipes y a todos los Estados mediatos o inmediatos y a súbditos e ilimitada se remontaba a 1618 y se extiende a todos los príncipes y a todos los Estados mediatos o inmediatos y a súbditos, posición y Derechos Públicos y Privados, pero se admitían convenios particulares del Imperio, cuestión mencionada expresamente en los tratados.

LAS CONSECUENCIAS MÁS IMPORTANTES
DE LA PAZ DE WESTFALIA FUERON:

  1. FIN DE LA COMUNIDAD DE NACIONES PRESIDIDA POR EL PAPADO Y EL IMPERIO, siendo sustituido el orden tradicional por un orden RACIONALISTA. Este MODERNO SISTEMA DE ESTADOS que fue consagrado, y que reconocía a las tiranías, destruye la idea de una comunidad de naciones jerarquizadas, implantando lo que ya venía siendo una práctica desde más de un siglo: el Principio de la Igualdad Soberana de las monarquías, repúblicas y principados.
  2. EL DEBILITAMIENTO DEL EMPERADOS DENTRO DEL REICH ALEMÁN, tendrá como consecuencia la obligación a los Hagsburgo a buscar su nuevo imperio en Oriente. Mientras, los Príncipes alemanes consolidaron su dominio y su independencia, reconociéndose a los Estados del Imperio Derechos de Soberanía, y, por lo tanto, el Derecho de concertar tratados entre sí y con extranjeros y a emprender guerras.
  3. EQUIPARACIÓN JURÍDICA, extendiendo los beneficios de los tratados a los calvinistas, y equiparándolos a los católicos y a los protestantes. La Unidad Religiosa pretendida por la mayoría de los gobernantes europeos no tuvo éxito. 
  4. DE ESTA PAZ EMERGIÓ UNA NUEVA NORMA INTERNACIONAL: EL PRINCIPIO DE EQUILIBRIO. Bastaba que una nación pretendiera ejercer la hegemonía en el continente para que las demás se le opusiesen. La Paz podía ser dictada o vulnerada según las conveniencias del poderoso. Al mismo tiempo sustituye la guerra ideológica del Siglo XVI por la GUERRA TERRITORIAL del siglo XVII y las combinaciones del equilibrio europeo del Siglo XVIII.
  5. LA PAZ DE WESFALIA TRAZÓ UN CAMINO DE TOLERANCIA que se impondría ante el fanatismo de unos y otros, recordando a Europa la inutilidad de la intransigencia cuando se hablaba de creencias religiosas y la bondad que conlleva el respeto y la tolerancia. Para afianzar estas ideas todavía quedaría un gran camino por recorrer.

Se ha señalado que Westfalia significa el triunfo del mundo protestante sobre el católico, el de la concepción antropocéntrica sobre la geocéntrica, el del racionalismo sobre el espiritualismo, de lo subjetivo sobre lo objetivo, del sentido de coexistencia sobre un único principio rector, y del concepto de Europa sobre el concepto de Cristiandad. Estos Principios, que no fueron proclamados oficialmente en Westfalia aparecen vigentes desde entonces en nuestra Cultura Occidental.

Véase también: ONU. Sociedad de Naciones.

                “José Tuvilla Rayo dice: La Educación tiene la finalidad de contribuir a
                  Desarrollar en las Personas aquellas capacidades necesarias para
                  desenvolverse como ciudadanos con plenos Derechos y Deberes en la
                  Sociedad en la que viven.   
                  Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz.(eds.)”       

                 

 

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Trabajo Donado al Centro de Investigación para la Paz.

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