Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Sr. Fredy Eiman, Srta. Francisca Ortiz, Prof. Rubén Darío Borda, y Magíster Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Medios de Comunicación
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autora de la Voz: Natalia IX-Chel Vazquez González.
AL HABLAR DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS
Se hace referencia a aquellas técnicas de difusión y reproducción de mensajes, sean éstos de tipo escrito, oral o visual, que van dirigidos a una audiencia numerosa, anónima y por lo general heterogénea y dispersa. Entre los medios más importantes, en términos de alcance, se encuentran la prensa, la radio, el cine, la televisión e Internet, entre otros.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN JUEGAN UN PAPEL IMPORTANTE
Ya que a través de ellos se puede conocer la existencia de pluralidad de formas de vivir y lo que acontece en otros lugares y tiempos, a la par que pueden ser vistos como espacios de entretenimiento y diversión. Sin embargo, es preocupante darse cuenta de que algunos de los contenidos que se transmiten tienden a resaltar valores, ideas y actitudes violentas, racistas, discriminatorias, consumistas, individualistas, competitivas, etcétera; es decir que muchos de dichos contenidos en nada ayudan a fortalecer la solidaridad, la cooperación, el reconocimiento del otro, la tolerancia, la igualdad, la equidad, la convivencia, la participación, la defensa de las diferencias y divergencias sin violencia y en última instancia la búsqueda de sociedades más justas.
Aunque, cuando se habla de Medios Masivos de Comunicación, la sola emisión de mensajes no constituye por sí misma la problemática, sí es de preocupar que a partir de ellos se tienen nuevas maneras de relacionarse socialmente. Es decir, que si se parte de la idea de entender la comunicación humana como constitutiva de las relaciones sociales, entonces los Medios Masivos de Comunicación, dada su inserción en la vida cotidiana, determinan en gran medida lo que las personas comunican en su vida diaria.
Así por ejemplo, se puede observar que existen ciertas transformaciones culturales que se reflejan en las interacciones comunicativas tanto a nivel grupal como interpersonal, al grado de llegar al caso más patético de las consecuencias de la tecnificación de la vida cotidiana, el aumento del “autismo”, entendido éste como un aislamiento por parte del usuario (de videojuegos, walkmans, entre otros) del entorno inmediato, y por supuesto de los demás sujetos sociales.
Con ello no se quiere decir que los Medios Masivos de Comunicación tienen una influencia apocalíptica sobre los seres humanos, principalmente sobre los más jóvenes; más bien se pretende poner en claro que los Medios de Comunicación se involucran como uno de los más grandes constructores de las imágenes y estereotipos propios de un grupo social, pero finalmente, la apropiación y significación de esas diversas maneras de presentar la realidad la tiene el receptor.
Es en el espacio de la cotidianeidad donde se negocian dichos mensajes y se les otorga un sentido. Por tanto, al hablar de los Medios de Comunicación y la relación que guardan con los receptores, se hace necesario plantearlo como un proceso de creación y construcción de sentido que se realiza en el contacto que se lleva a cabo entre los mensajes y los sujetos que los reciben y no sólo ver al receptor como víctima de los Medios de Comunicación, aunque a veces sí lo sea.
Así por ejemplo, en muchas ocasiones se tiene la clara convicción de que sólo existe aquello de lo que hablan los Medios, bajo el supuesto de que el gran poder que tienen es su capacidad para “transmitir” la realidad. No obstante, hay que decir que los Medios no constituyen la realidad, sino que sólo son el mecanismo a través del cual llega a ser conocida; al mismo tiempo que no habría que olvidar que además de propagar la realidad, la moldean, generan y transmiten con sesgos y tintes de quienes la manejan y que en última instancia proponen maneras de ver y entender el Mundo. Aunque en la actualidad la fuente de ese mensaje es más difusa en tanto que ya no es ese Estado monolítico el autor de los mensajes, hoy en día entran en juego muchos responsables que obedecen a intereses económicos más que sociales. Pese a ello, lo importante es entender en qué medida el receptor pone en juego su capacidad para ofrecer complicidad o resistencia ante dichos mensajes.
Independientemente de la diversidad de Medios de Comunicación, la televisión es el Medio dominante en casi todo el Mundo debido a su capacidad de presentar los mensajes como creíbles a manera de espectáculo presencial; obviamente ello es posible gracias a la utilización de un lenguaje audiovisual aunado a sus características de inmediatez, fragmentación y repetición.
EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, EN LA TELEVISIÓN EN PARTICULAR
Todo acontecimiento es potencialmente escénico al grado que el concepto de noticia adquiere un nuevo significado, ya que como afirma Ignacio Ramonet, el ver se convierte en sinónimo de informarse y como ejemplo de ello se tiene que las reglas de la guerra cambiaron en función de dar satisfacción a las necesidades de la industria del infoentretenimiento. Para dar cuenta de ello basta con analizar la Guerra del Golfo Pérsico en 1991.
AHORA BIEN, NO HAY QUE CAER EN LA PANACEA DE QUE TODA LA CULPA ES DE LOS MEDIOS, NI EN EL ESTEREOTIPO DE QUE
EL RECEPTOR ES UN SER PASIVO QUE SE ENGULLE TODO MENSAJE
Al contrario, es un ser que tiene la capacidad de negociar, apropiar y reapropiar los mensajes.
No obstante, tal como lo plantea Guillermo Orozco, no se puede ser ingenuo y hoy en día las audiencias siguen siendo víctimas en tanto que existe una incapacidad colectiva social, más que individual, para definir los referentes proporcionados por los medios.
Obviamente como resultado de ello, se observa una creciente exclusión de las audiencias como sujetos del proceso de comunicación tanto a nivel masivo como individual, además de que existe una homogeneización de las ofertas programáticas.
POR ELLO, Y TENIENDO EN CUENTA QUE
EL RECEPTOR ES ALGUIEN ACTIVO Y PENSANTE
Se propone trabajar en una Educación para la recepción, como mecanismo alternativo ante las nuevas consecuencias de la relación Medios de Comunicación y los receptores. Ya que es obvio que no todos los mensajes emitidos tienen a ser negativos, sin valores o violentos, es menester hacer notar la existencia de una gran cantidad de medios y contenidos que fomentan el fortalecimiento de Sociedades más justas; es por ello que se debe poseer la capacidad de tener un acercamiento crítico a los medios en aras de construir una Sociedad mucho más cooperativa, democrática, tolerante, equitativa y participativa. Como ejemplo de ello se tiene que muchos de los Medios de Comunicación son utilizados, día a día, en las aulas con el propósito de llevar a cabo una Educación para la Paz, para el Desarrollo, para el Comercio Justo, etcétera.
LA EDUCACIÓN PARA LA RECEPCIÓN
De acuerdo con Guillermo Orozco, debe ser entendida no sólo como un mero esfuerzo pedagógico para desarrollar competencias comunicativas, sino que es una necesidad de supervivencia Cultural y Democrática de toda la Sociedad. Ya que se trata de transformar, desde los principios rectores, las estructuras y sistemas de comunicación vigentes, cabe aclarar que desde esta perspectiva los Medios no son vistos como los enemigos sino al contrario, se trata de recuperarlos como espacios alternativos y devolver a la Sociedad misma su papel protagonista en los Procesos Comunicativos y facilitar así su participación en la cotidiana construcción de la Democracia y en la Defensa de sus Derechos.
Desde dicha perspectiva, la audiencia es el sujeto del cambio y como tal debe aprovechar los Medios de Comunicación para construir, fomentar y promover una Cultura Ciudadana para el Desarrollo de Sociedades más participativas, cooperativas, justas y democráticas.
Véase también: Efecto CNN. Globalización. Internet. Interculturalidad.
Lenguaje y Paz. Violencia.
“Siempre que hay violencia hay víctimas”.
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz. (eds.)”